Tres países árabes prohibieron la película épica de inspiración bíblica "Noé" por considerar que contradice el Islam, y se espera que tres más sigan su ejemplo, dijo el miércoles un portavoz del estudio de Hollywood que distribuye el film.
Catar, Bahrein y Emiratos Arabes Unidos dijeron al estudio Paramount la semana pasada que la cinta, protagonizada por Russell Crowe, no será exhibida en sus países. Se espera que Egipto, Jordania y Kuwait tampoco permitan su proyección.
El estreno de la película en Egipto está previsto para el 26 de marzo y en Emiratos Arabes Unidos para el 27 de marzo, la misma semana en que debutará en salas en Estados Unidos y en muchos otros países, entre ellos en Latinoamérica.
Pero un portavoz de Paramount señaló: "Los censores de Catar, Bahrein y Emiratos Arabes Unidos han confirmado oficialmente que la película no será estrenada en sus países".
"La declaración oficial que ofrecieron al confirmar esta noticia es porque 'está en contradicción con las enseñanzas del Islam'", dijo el vocero, y añadió que "se asumía que el film en última instancia no se exhibirá en Egipto, Jordania y Kuwait".
El máximo órgano islámico de Egipto, el Instituto Al-Azhar , dijo la semana pasada que la película, un film de Hollywood de gran presupuesto en el que además de Crowe actúan Anthony Hopkins, Jennifer Connelly y Emma Watson, violó el Islam al retratar a un profeta y no debe ser proyectada en el país.
Que un actor interprete a un profeta "contradice la estatura de los profetas y mensajeros (...) y antagoniza los fieles", señaló el instituto en un comunicado. Los musulmanes creen que Jesús era un profeta y que no fue crucificado.
Egipto ha censurado otras películas en el pasado, incluyendo "El Código Da Vinci" tras las protestas de la Iglesia Ortodoxa Copta. Pero sí permitió la proyección de la cinta de Mel Gibson "La Pasión de Cristo", sobre la crucifixión de Jesús.
"Noé", cuyo protagonista tiene visiones apocalípticas de un diluvio y construye una sólida embarcación bajo la guía de Dios, ya ha enfurecido a algunas instituciones cristianas en Estados Unidos, molestas con la poco convencional interpretación que Crowe hace del personaje bíblico Noé.
Paramount ha dicho que la película es "una dramatización de los principales temas de las Escrituras y no un relato literal de la historia que aparece en la Biblia".