El término Surrealismo proviene del francés. ¿Por qué en francés? Porque ha sido en Francia donde se han robustecido la mayoría de las corrientes plásticas contemporáneas. En idioma español debe decirse suprarrealismo; este magno movimiento intelectual y artístico, surgió hacia 1922 como reacción contra el academismo y el fauvismo, y fue hasta cierto punto una derivación del dadaísmo.
¡Vaya!, suena complicado y lo es, así de intrincada es la mente humana, subjetivamente complejo es el proceso para plasmar artísticamente algo que va más allá de la realidad a partir del subconsciente, ése universo psíquico que desfloró la aguda perspicacia del psicoanalista Sigmund Freud.
Los artistas que invaden los parajes suprarrealistas se caracterizan por rechazar la realidad con toda su escuela de razonamientos lógicos y reglas éticas y estéticas, sensualidad libertaria es lo que impulsa esto, abandonarse al automatismo psíquico puro, permitir a la mente ser paridora de las lubricadas ideas que deambulan dentro de ocultos vericuetos.
Históricamente el holandés Jerónimo Van Aeken, llamado El Bosco, nacido en 1460, es quien ya personifica la maldad y el vicio en sus obras, y su creación de seres monstruosos y diabólicos abren con garras y pezuñas la brecha hacia los paisajes donde la humanidad se torna en lo que es, una pesadilla.
El sistematizador del suprarrealismo fue André Bretón, quien publicó dos manifiestos incendiarios en 1924 y 1930. Esta tendencia artística comenzó a bullir en 1925, cuando el español Joan Miró sazonó esta sopa de brujos, a la cual también se agregaron los condimentos personales del italiano Jorge de Chirico y el francés Yves Tanguy. Pero fue Salvador Dalí el sumo jerarca, el mesías obscuro, en su bigotuda existencia este genio desparramó galaxias incendiadas con torcidas, pervertidas y provocadoras manías. El prodigio Salvador Felipe Jacinto Dalí Domènech nació el 11 de mayo de 1904 en Figueras, España. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue expulsado de ahí en 1926 por alardear que no había nadie en dicha institución en condiciones de examinarlo, completó su formación en París, Francia. Comenzó como puntillista y después de recibir la influencia de Chirico se unió en 1929 al movimiento conocido como "surrealista". Su obra está inspirada en las doctrinas de Sigmund Freud y los descubrimientos irracionales de Max Ernst.
Dalí con cruda labor expresó los intestinos estragos del subconsciente, su prodigiosa técnica se amamantó del renacentismo, pero es Dalí, quien bate la leche hasta hacerla cremosa cúspide otorgando banquete visual. La temática religiosa también fluye de su obra en punzante acecho, delineando la flagelación provocada por los dogmas tatuados irreparablemente en la psiquis de millones de acólitos del inframundo. Artista muy discutido, Salvador Dalí fue un escándalo ambulante.