La artista japonesa Kyoko Mikami aseguró que la animación japonesa tiene una larga historia, que con el paso del tiempo ha derivado en diversos subgéneros, y aunque parece ser uno de los géneros más explotados en Japón, las condiciones de los animadores no son las mejores, pues su trabajo no tiene una retribución económica justa.
En entrevista, la especialista consideró que en la actualidad existen la animación comercial y la artística, la primera de ellas está enfocada a lo que se ve en la televisión todos los días y está patrocinado por lo que refleja ciertos intereses.
En tanto, la animación artística tiene como principal objetivo la expresividad, tal es el caso del cineasta Taku Furukawa, quien además de ser director de la asociación japonesa de animación, se ha caracterizado por realizar trabajos encaminados a recuperar la tradición artística de la animación.
Mikami, quien ofrecerá una charla abierta al público en la Cineteca Nacional, indicó que aunque en Japón existe una ferviente oleada de animadores, tanto veteranos como jóvenes que se interesan por el género, “desafortunadamente reciben muy mala paga por su trabajo y lo hacen más por gusto que por negocio”.
Además, aseguró, que es difícil que un animador japonés busque otras oportunidades en otros países, “porque en Japón tienen la tecnología para trabajar y prefieren continuar en su país que aventurarse a probar en otro lugar”.
Aseguró que en países como México existe mucho interés por la animación; sin embargo, no es tan prolífica, “creo que están en el camino y espero que las nuevas generaciones volteen a ver las virtudes de la animación y con dedicación se pueda trascender”.
Consideró que aunque existe una gran diferencia de la animación que se realiza en México con la que se hace en países como Estados Unidos o Japón, debido a los presupuestos y a la tecnología, existen trabajos de gran calidad y sería bueno que tuviera más oportunidades de crecimiento en México.
Finalmente, Kyoko Mikami aplaudió que recintos mexicanos como la Cineteca Nacional abran sus puertas a un ciclo dedicado a la animación japonesa en el que además participen especialistas que compartan su visión y experiencia sobre este género, su historia y desarrollo.
La especialista participa en el ciclo “Anime, la animación japonesa de posguerra”, que se realiza en la Cineteca del 17 de julio al 3 agosto y que incluye la exhibición de 13 largometrajes realizados desde 1958 hasta la primera década del siglo XXI, así como tres ciclos de cortometrajes animados.