Restos humanos que datan de más de 12 mil años, integran la muestra “El hombre temprano en el centro de México”, que abrió este fin de semana en el Museo Maya de Cancún.
Se trata de ejemplares que resguarda la Osteoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que han
salido de allí para ser exhibidos en el recinto del boulevard Kukulcán.
Entre las piezas se cuentan seis cráneos, dos esqueletos íntegros y huesos desarticulados, cuya antigüedad va de los 12 mil 700 a los cuatro mil 500 años antes de nuestra era, destacó el propio Instituto, en un comunicado.
Los cráneos pertenecen al “Hombre de Chimalhuacán” (10,500 años), encontrado en 1984, en el municipio del mismo nombre; al “Hombre de Balderas” (10,500 años), descubierto en 1968 en la Ciudad de México; y al “Hombre de Tlapacoya” (12,000 años), localizado en 1968, en el Estado de México.
De igual forma se muestran los cráneos del “Hombre de Texcal” (7,480 años), hallado en 1964 en Puebla; el “Hombre de San Vicente Chicoloapan” (4,500 años), encontrado en 1955, en el poblado del mismo nombre, en el Estado de México, y el “Hombre de Tepexpan” (6,200 años), descubierto en 1947 en el lago de Texcoco.
Se presenta, además, un mapa de la Cuenca de México que indica los sitios donde fueron hallados los cráneos, fotografías de los lugares de los hallazgos y una animación digital que recrea cómo pudieron haber vivido los primeros grupos humanos en lo que hoy es el centro del país.
En la exposición se incluyen los esqueletos completos del “Hombre de Chimalhuacán” (10,500 años, aún sin confirmar) y de la “Mujer de Texcala” (7,200 años), ésta junto con huesos desarticulados que también se encontraron asociados.
Los ejemplares óseos, resguardados por la Osteoteca de la Dirección de Antropología Física del INAH, con sede en el Museo Nacional de Antropología, salieron por tercera ocasión de las bodegas para mostrarse al público, a fin de que la gente conozca a los especímenes que dieron origen a algunos grupos culturales en el país.