Con el mantenimiento y la restauración de construcciones icónicas como la columna del Paraguas, la escultura "Sol del Viento" de Iker Larrauri y la celosía de Manuel Felguérez, el Museo Nacional de Antropología se alista para la celebración de su 50 aniversario.
Desde su apertura el 17 de septiembre de 1964, el Museo Nacional de Antropología se ha convertido en un recinto innovador por su diseño; Pedro Ramírez Vázquez, arquitecto encargado de la construcción del inmueble, supo crear una distribución que permite la libre circulación de público.
Con la idea de brindar espacios libres y la oportunidad de dar una mirada al cielo, Ramírez Vázquez situó el patio central como eje rector del discurso arquitectónico para reflexionar sobre la diversidad medioambiental del país, refirió Laura Filloy Nadal, restauradora del museo.
En declaraciones difundidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Filloy Nadal, quien coordina junto con su colega Gilda Salgado Manzanares el proyecto de conservación de la arquitectura y escultura del patio central ejecutado hace dos años, señaló que el espacio fue diseñado para brindar libertad de movimiento al público.
Asimismo, acotó que en el patio central se encuentra una de las obras arquitectónicas que decoran el recinto, la columna de bronce conocida como el Paraguas, obra de los hermanos José y Tomás Chávez Morado y que fue intervenida hace algunos años para rescatar su color y volumen.
"Tanto el Paraguas como la escultura del caracol de Iker Larrauri, titulada ´Sol del Viento´, tenían problemas asociados al tiempo y a su exposición a la intemperie. Esto repercutía en el color que presentaban", señaló la especialista encargada del proyecto de restauración.
Dentro de este proyecto de restauración también se trabajaron las gárgolas que desalojan el agua de lluvia hacia el patio central, de la que a partir de estudios documentales realizados se determinó que "desde su colocación en 1964 tenían una coloración azul-verdosa, por lo que se decidió respetarla", señaló Filloy Nadal.
Por último, Laura Filloy, destacó el apoyo del Laboratorio de Conservación del museo que a través de un equipo profesional ha atendido adecuadamente los distintos materiales en que están hechas las obras de importante museo del país.
En este proyecto de restauración se contemplaron la celosía serpentiforme que decora el segundo piso del museo, los mármoles de Carrara que revisten los muros y la limpieza de la Tira de la Peregrinación o Códice Lorenzo Boturini