El 41 aniversario del fallecimiento del poeta chileno Pablo Neruda se cumplirá este martes mientras sus restos siguen siendo sometidos a pericias en el extranjero para establecer las causas de su muerte.
La versión oficial sobre el deceso de Neruda, el 23 de septiembre de 1973, en la clínica privada Santa María, de la
capital chilena, a causa de un cáncer prostático, fue confirmada por un estudio toxicológico internacional ordenado por el juez Mario Carroza.
Dichos exámenes fueron realizados en las universidades de Carolina del Norte, Estados Unidos, y en la de Murcia, España.
Sin embargo, el resultado de los exámenes fue rechazado por la parte querellante, el Partido Comunista chileno, que acusa a agentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), de haberlo asesinado con una inyección letal.
Para la parte querellante, los resultados de los exámenes legistas no fueron concluyentes y los tribunales chilenos insistieron en nuevas pruebas en laboratorios extranjeros, que aún no entregan sus resultados finales.
Por su parte, la clínica Santa María ha sido cuestionada por la muerte, en 1982, en sus instalaciones, del ex presidente Eduardo Frei Montalva (1911-1982), cuando se había transformado en destacado líder opositor a la dictadura de Augusto Pinochet.
Para la Fundación Pablo Neruda, que por disposición testamentaria de la viuda de Neruda, la también fallecida, Matilde Urrutia, las casas museo de Neruda (La Chascona en Santiago, la Sebastiana, en Valparaíso e Isla Negra, la situación “es lamentable”.
La Fundación, que reconoce como verdadera la información médica de que Neruda falleció por un cáncer, ha pedido que el proceso de investigación judicial y legista se lleve a cabo con respeto a la figura del Premio Nobel de Literatura 1971.