Un estudiante de maestría en Ingeniería Industrial de la Universidad de Sonora (Unison) diseñó una nueva metodología, alternativa a la mastografía, para apoyar las técnicas de detección de cáncer de mama.
José Luis Ruiz Duarte aprobó por unanimidad y con mención honorífica su examen de grado de maestría con el
estudio denominado “Modelado matemático y técnicas informáticas para la detección de afectaciones fisiológicas potenciales en el seno”.
“El análisis muestra el desarrollo y aplicación de una metodología diseñada para apoyar las técnicas de detección de cáncer de mama alternativas a la mastografía, específicamente la termografía infrarroja”, mencionó el alumno de la Unison.
Refirió que el objetivo es desarrollar un sistema que permita analizar las imágenes térmicas del pecho de los pacientes, ya que se considera que las imágenes infrarrojas dan indicio si la persona está afectada, en particular, por el cáncer de mama.
Expuso que el Departamento de Investigación en Física de la Unison realiza investigaciones enfocadas a desarrollar el conocimiento necesario para la mejor detección de esa enfermedad, apoyado en el equipo necesario para la obtención de imágenes térmicas de las personas.
Sin embargo, anotó, carece de herramientas que permitan hacer un análisis de las mismas.
El también académico del Departamento de Ingeniería Industrial indicó que en su trabajo realizó una profunda revisión bibliográfica de los métodos de detección actuales y de la detección del padecimiento por medio de termografía.
Ante ello, planteó una metodología del tipo correlacional, que consistió en recopilar datos sobre termografías de personas clínicamente controladas y desarrollar un modelo matemático, multivariado y univariado, para entender mejor la relación de los datos de los pacientes y el diagnóstico del médico.
Añadió que desarrolló un “software” que apoya la aplicación de técnicas encontradas durante la investigación bibliográfica, así como la aplicación del modelo desarrollado.
Citó que existe una corriente mundial que busca encontrar una relación entre las imágenes térmicas y el cáncer de mama, toda vez que hay estudios que dicen que se puede determinar el problema hasta con años de anterioridad, mediante imágenes térmicas.
“Realmente este tema es muy interesante por su potencial, para que sea una técnica aceptada por la medicina”, sostuvo.
De hecho, explicó, la Oficina de Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) acepta la termografía como técnica avanzada más no única, de ahí que la idea sea fortalecer lo que hay detrás de esta especialidad.
Por su parte, el jefe de Oncología del Hospital de Gineco-Obstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Andrés de Jesús Morán Mendoza, advirtió que a mayor edad, crece el riesgo de presentar cáncer de mama.
El especialista señaló que hasta un 90% de los casos de cáncer de mama diagnosticados en dicho nosocomio son esporádicos, es decir, no asociados a antecedentes familiares de la enfermedad.
“Es común que en la consulta, les preguntemos a las pacientes y nos digan ‘yo nunca he tenido un familiar con cáncer de mama’ y resulta que el cuestionamiento es de sorpresa”, destacó.
Explicó que existe una variante denominada Síndrome Genético en donde se producen mutaciones de genes, sin embargo, está ligada únicamente a un cinco o 10% del total de casos, “es menos frecuente que los asociados a otro tipo de factores, como los ambientales, hormonales, edad y hábitos nocivos, entre otros”, añadió.
En este tipo de alteración de genes, la afectación puede provenir de las abuelas, madre o tías, no sólo por la línea materna, sino también por medio de la familia paterna.
Los casos de mujeres con cáncer de mama que son menores a los 40 años de edad, frecuentemente presentan este tipo de mutación genética.
Los factores, como lo señaló el experto anteriormente, pueden ser múltiples, entre ellos: la edad, que entre más avanzada mayor riesgo representa para el desarrollo de este padecimiento.
Mención aparte, dijo, merecen los aspectos hormonales, en donde el embarazo después de la tercera década de la vida, así como la menopausia incrementa el riesgo de presentar esta afección oncológica.
Dijo que la obesidad, así como los malos hábitos alimenticios derivados de consumir conservadores, grasas y colesterol en exceso, también facilitan la instauración del cáncer en el tejido mamario.
Otro aspecto es la exposición reiterada a pesticidas, radiaciones y otras sustancias químicas cancerígenas.