La epidemióloga del IMSS en Jalisco, Liliana del Sagrario Villareal Hernández, dijo que la vacunación y la extrema higiene en el lavado de manos y preparación de alimentos son las herramientas más útiles para evitar contraer la poliomielitis.
Indicó que esta enfermedad es un padecimiento antiguo, por lo que en 1988, la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició una campaña para la aplicación de la vacuna contra este mal a partir de los primeros meses de vida.
Señaló que en la actualidad la incidencia de la enfermedad se redujo hasta en 99 por ciento, “en México a partir del año 1994 los casos sospechosos notificados han sido descartados, gracias a las acciones preventivas”.
Agregó que la también llamada parálisis flaciaguda, hoy en día es combatida con aplicación a los dos y cuatro meses de vida la vacuna Sabin vía oral, en tanto que a los 18 meses se suministra el biológico de forma inyectada y en su modalidad de Pentavalente.
Detalló que los niños son los más vulnerables a presentar la enfermedad con sus efectos más dramáticos, “es por ello que el esquema de vacunación va focalizado a este sector de la población”.
Manifestó que es una prioridad aplicar esta vacuna contra la poliomielitis durante las tres semanas nacionales que realiza el IMSS cada año en coordinación con el sector salud.
Afirmó que la vacuna es sumamente efectiva; no obstante, después de un periodo mayor a una década, la inmunidad que proporciona disminuye, “por lo que es factible que un adulto que se expone al virus de la poliomielitis pueda contraerla aunque con efectos quizá mucho menos drásticos que en un niño”.
Destacó que la poliomielitis se transmite al consumir alimentos contaminados con heces fecales o incluso de persona a persona al entrar en contacto con fluidos corporales como saliva o secreciones nasales de algún portador del virus.
Subrayó que los síntomas incluyen cuadro febril, enfermedad respiratoria que va en aumento, cansancio extremo, cefalea, rigidez y parálisis de extremidades que cursa en forma ascendente hasta llegar incluso a los músculos que intervienen en el proceso respiratorio y genera un paro potencialmente mortal.