Fomentar los lazos afectivos dentro y fuera del hogar tiene efectos positivos en la salud emocional de los niños, pues ayuda a fortalecer su madurez psicológica, informó el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
En un comunicado, explica que el bajo rendimiento escolar y los problemas de lectoescritura son consecuencias de este padecimiento, que suele confundirse con el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Contrario a lo que se piensa, aclara, se trata de infantes con capacidades intelectuales normales, incluso sobresalientes.
Considera que el problema es que estos menores no han desarrollado las habilidades esperadas y acorde a su edad, por motivos estrictamente psicológicos derivados de la sobreprotección y aprehensión por parte de los padres, quienes inconscientemente inhiben su desarrollo normal.
La especialista en Diagnóstico de Inmadurez Infantil y psicoterapeuta de adolescentes de CEEPI, Susana Salazar Gómora, dijo que por sobreprotegerlos, los padres impiden que los menores jueguen en la calle o afuera de sus casas, lo que genera insociabilidad y baja autoestima.
Planteó que los niños se divierten al mismo tiempo que refuerzan su autoestima y logran ganar autonomía, por lo que promover valores y hacer cambios en la dinámica escolar y familiar, con ayuda psicológica, ayudará a revertir la inmadurez emocional.
De acuerdo con el Centro, entre los síntomas de la inmadurez psicológica están los problemas del lenguaje, dificultad al hablar o escribir, baja autoestima, retraso en la coordinación motriz y percepción de los objetos.