México puede registrar la cifra más alta de personas con enfermedades renales en 2043, lo que representaría una inversión de 20 mil millones de pesos en el sector salud, “cifra imposible de costear”, advirtieron especialistas y senadores.
En el foro “Pobreza y enfermedades crónico degenerativas en Tlaxcala: el caso de la insuficiencia renal”, la perredista Lorena Cuéllar Cisneros señaló la urgencia de legislar en la materia para garantizar el bienestar de la población.
Mediante un comunicado la presidenta de la Comisión de Desarrollo Social del Senado de la República destacó que una forma de revertir esa situación es trabajar en la prevención.
“Es necesario contar con un programa que permita detectar en forma oportuna las enfermedades renales crónicas en el primer contacto entre médico y paciente, para desacelerar el número de personas en terapia sustitutiva”, expuso.
La cantidad de pacientes que se suma año con año ha rebasado la capacidad de las instituciones de salud pública para atender sus necesidades, expuso y añadió que son insuficientes los recursos para brindar los tratamientos.
“No hay suficientes medicamentos, material, máquinas de diálisis peritoneal y hemodiálisis para todos los que la necesitan”, expresó la legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Informó que próximamente, mediante el convenio entre el gobierno del estado de Hidalgo y la Asociación ALE, los pacientes de Tlaxcala podrán ser canalizados para la detección y el tratamiento de las enfermedades crónico renales.
El jefe de departamento de Nefrología y Metabolismo Mineral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Ricardo Correa Rotter, señaló en su oportunidad que México carece de cifras exactas de la prevalencia de la enfermedad renal crónica.
Sin embargo, México se ubica entre los dos primeros lugares con mayor prevalencia de dichas enfermedades a nivel mundial y en los últimos años han tenido un crecimiento de 37% anual.
Destacó que para enfrentar ese problema de salud se requiere la aplicación de mecanismos de corto y largo plazos para revertir la desigualdad de la atención, la especialización de más personal médico en nefrología, más recursos económicos y la participación social.
Por su parte la jefa del servicio de Nefrología en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad de Pemex, Janette Estefan Garfias, explicó que la última opción para la atención de las enfermedades renales crónicas es el trasplante de riñón.
Sin embargo, actualmente en México sólo se realiza un tercio de los trasplantes que se requieren, por lo que se requiere impulsar la cultura de la donación de órganos.
También consideró urgente capacitar al personal del primer nivel de atención del sistema de salud, para evitar que los pacientes lleguen con demasiado daño en sus riñones y controlar la enfermedad a tiempo, sin tener que llegar al trasplante.
Señaló que el Sistema Nacional de Salud tiene el desafío de enfrentar los cambios en el perfil demográfico que inciden en el incremento de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, los tumores malignos y la insuficiencia renal.
“No se ha podido implementar totalmente políticas en salud con un enfoque interinstitucional que articule a los tres niveles de gobierno, incluyendo a la iniciativa privada”, planteó durante el foro celebrado en la ciudad de Tlaxcala.