El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que hasta 12 por ciento de la población infantil, de cinco a 10 años, padece enuresis, acto repetitivo de orinar en forma involuntaria en la cama o en la ropa.
La nefróloga pediatra del IMSS, Paulina Reynoso Angüis, explicó que estos episodios pueden llegarse a presentar al menos dos veces por semana en un periodo mínimo de tres meses consecutivos.
Refirió que esa situación puede ocasionar estrés al infante al interferir con su actividad social, académica o de otro tipo.
“Esta incontinencia urinaria se hace de forma intermitente o repetida durante la noche, aunque también puede ser diurna”, anotó.
La especialista indicó que en los menores de seis años este padecimiento se presenta con incidencia del seis al ocho por ciento, mientras que a los 10 años se reporta hasta en el 12 por ciento.
Reynoso Angüis señaló que según las patologías que engloba, la enuresis se clasifica en primaria y secundaria, ya que las causantes pueden derivar de alguna función orgánica o bien un aspecto psicológico que desató algún episodio.
Se considera enuresis primaria en aquellos casos en los cuales la niña o el niño nunca pudo contener la orina en forma consistente, ya sea por alguna alteración en las vías urinarias o una enfermedad en los riñones, abundó.
La enuresis secundaria, expuso, se presenta cuando el menor sufre una recurrencia, después de haber controlado esfínteres por un periodo de seis meses o más y se asocia a problemas emocionales como la separación de sus padres, conflictos en el colegio o muerte de algún familiar, entre otros.
“Es importante que cuando los niños presentan este tipo de síntomas acudan a recibir la atención, la mayoría de los padres tienden a regañar, hay que cuidar mucho la forma en que se reaccione sobre este evento ante la presencia del niño”, resaltó.
Planteó que si el menor es reprendido cuando le sucede un episodio de esta naturaleza, tendrá mayor inseguridad, pues tiende a esconderse por pena o miedo, pero el problema real continuará latente hasta que el infante reciba tratamiento adecuado.
Destacó la importancia de que el menor reciba atención médica para determinar las causas, pues en la mayoría de las veces los niños no lo controlan por sí solos al ser causado por alguna alteración en sus vías urinarias o riñones.