En México uno de cada ocho mil 500 niños nace con Fibrosis Quística (FQ), enfermedad hereditaria que se considera de baja prevalencia, a pesar de su gravedad y alta mortalidad, informó la Asociación Mexicana de Fibrosis Quística (AMFQ).
La directora general de la asociación, Guadalupe Campoy, dijo aunque la investigación y la ciencia ha permitido avances en el tratamiento de la enfermedad, es necesario impulsar un mayor conocimiento de la misma y el acceso a tratamientos para elevar la esperanza y calidad de vida de los pacientes, los cuales en su mayoría son niños.
Mencionó que a los 18 años, hasta 80 por ciento de los pacientes ha sido infectado por la bacteria, lo que disminuye su calidad de vida.
En ese sentido, indicó que un diagnóstico oportuno y con los tratamientos innovadores han logrado avances en países desarrollados, donde el promedio de vida de las personas que nacen con FQ alcanza ya los 40 años, mientras que en México, el promedio de vida de niños que nacen con este padecimiento es apenas de 17 años.
A su vez, el director médico de la asociación, José Luis Lezana Fernández, comentó que el 90 por ciento de los niños diagnosticado con la enfermedad enfrenta una muerte prematura, debido a fallas respiratorias por infección; “generalmente a causa de la bacteria pseudomonas aeruginosa, que es la más común, peligrosa y difícil de erradicar en esta enfermedad”.
Sin embargo, destacó que en México existe la posibilidad de un diagnóstico oportuno si al recién nacido se le aplica la prueba de tamiz neonatal ampliado.
Dicha prueba, precisó en un comunicado, puede determinar si el bebé tiene la enfermedad y, en su caso, confirmar el diagnóstico mediante un análisis del sudor. “De este modo se realiza un diagnóstico adecuado”.