La prevención de enfermedades crónico degenerativas como la hipertensión, obesidad, diabetes y hasta cáncer, está relacionada con una alimentación saludable, además de que ayuda a tener una mejor calidad de vida afirmó la licenciada en Nutrición, Martha Betzaida Altamirano Martínez.
La profesora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara señaló que de acuerdo con datos científicos, el 30 por ciento de las causas de cáncer se relacionan con la alimentación de las personas, por ello es de suma importancia que esta sea sana y nutritiva, basada en buenos hábitos alimenticios.
Tres comidas y dos colaciones al día, basadas en los alimentos de todos los grupos del Plato del Buen Comer, es lo ideal para tener una buena alimentación, pues en una de esas veces se debe consumir frutas y verduras frescas en buena cantidad.
Puntualizó que dichas comidas resultan mejor si contienen cereales o fuentes de hidratos de carbono que sean de manera integral o de granos completos, es decir, que no estén refinados.
Además dijo que consumir avena, amaranto, pastas integrales o panes preparados con cereales con diferentes tipos de granos, son más saludables, y que es mejor elegir fuentes de proteínas que sean carnes magras y alimentos que tengan fibra como las leguminosas, frijol, lentejas, garbanzos, habas, entre otras.
Altamirano Martínez agregó que, dependiendo de las posibilidades económicas de la persona, al consumo de pescado es indispensable, sin embargo en la carne de pollo, res y puerco también existen cortes magros que hacen bien a la salud, “todo es saludable si se come con medida”.
Además puntualizó que las grasas naturales son importantes por ello es recomendable consumir aguacate o semillas oleaginosas como las nueces, cacahuates y almendras que son alimentos que contienen grasas saludables y ello mejora las funciones del sistema circulatorio, cardiovascular e incluso neurológico.
La especialista resaltó, en entrevista, que no hay que clasificar a los alimentos como buenos o malos, “pues todo es bueno comiendo con moderación”.
Y, para ello, se debe determinar un plan de alimentación que los especialistas valoran dependiendo del sexo, edad, estilo de vida, actividades, horas libres, si realiza o no ejercicio, “tomamos en cuenta hasta la dinámica familiar para establecer un plan de alimentación que tenga éxito”.
Aunado a lo anterior también se toma en cuenta la salud y niveles de glucosa y hemoglobina “eso nos ayuda para ver si (el paciente) necesita alguna modificación en su plan de alimentación o valorar otra enfermedad que haya que considerar”.
Altamirano Martínez comentó que una de las cosas más importante es que el paciente que acude al nutriólogo no vaya con la idea de bajar de peso rápidamente y tener un “cuerpazo” con pocas visitas.
Añadió que buscar a un profesional de la salud para obtener una gran figura es un error, pues ello se logra con buenos hábitos alimenticios diariamente, además de horas de ejercicio, dormir bien, no estresarse, entre otras causas.
“Lamentablemente los cuerpos que se muestran en la televisión son cuerpos delgados y bien formados, de 90-60-90, por eso nuestro primer trabajo como profesionales es hacer ver a los pacientes que con un plan alimenticio no les dará un cuerpo como los prototipos de televisión”, acotó.
Enfatizó que “nuestra imagen corporal depende de lo que comemos, el ejercicio que hagamos y la genética que traigamos además del estilo de vida que tenemos”.
En ese sentido la licenciada en Nutrición urgió a las instituciones y a las familias a romper con el mito de que una persona delgada es una persona sana “la salud incluye va más allá, desde cómo me siento, como estoy en lo personal, como me veo, que tanto me quiero. Es momento de valorar a las personas por lo que son y no por el peso”.
Indicó que si las personas quieren lograr buenos alimenticios es el momento de acudir al nutriólogo para que se inicie con una dieta, la cual, puntualizó durará toda la vida “la dieta no es solo por unos meses, la dieta consiste en aprender a comer de todo en cantidades necesarias, el resto de la vida”.
“La dieta no significa restricción, si los pacientes aprenden a comer pueden comer hasta pizza, porque la acompañaría de una ensalada primero, y así no me quedo con ganas de una rebanada de pizza”, señaló.
Altamirano Martínez recomendó cuando se haga la despensa se llene la alacena de productos sanos, con alto contenido energético, si hay que trabajar preparar los alimentos en casa y llevarlos en un tupperware, o buscar lugares en donde la comida tenga su porción de verdura y fruta frescas.
Además de comer a sus horas, no coleccionar ayunos prolongados, darse tiempo para sentarse a comer, masticar bien y despacio, tomar agua de manera constante, en los niños es mejor ponerles sus alimentos que darles dinero para que compren en la escuela, además de comer mejor, en un futuro, tendrán buenos hábitos alimenticios.
De preferencia es muy bueno iniciar las comidas con una ensalada de verduras o alguna fruta “comer es un deleite y hay que disfrutarlo desde el inicio, hacer la sobremesa, tomarnos el tiempo necesario, escuchar a nuestro cuerpo”.
“Si se le hace caso al cuerpo escucharemos cuando nos avise que está satisfecho, que no quiere más alimentos, se trata de saber el como para comer y no el cuánto”, puntualizó.
Dijo que aunado al buen comer es importante realizar alguna actividad física, además de convivir con la familia, dejar de lado el estrés, y buscar el equilibrio en “nuestro cuerpo”, concluyó Martha Altamirano Martínez.