Un estudio científico analiza medidas para terminar con la Giardia, un parásito que resiste al tratamiento de potabilización del agua y que provoca enfermedades estomacales, siendo los niños los más afectados.
La giardiasis es una enfermedad que representa un problema de salud pública en México, pues la mitad de la población tuvo o sufre el padecimiento provocado por consumir agua contaminada con materia fecal.
El trabajo científico de Rosa María del Refugio Bermúdez Cruz, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), busca diseñar un fármaco que evite que el parásito pueda resistir a métodos de purificación del agua.
“La idea es prevenir el desarrollo de la enfermedad evitando que el parásito venga en el agua, y así las personas no lleguen a ingerirlo, pero la investigación está en su fase inicial”, dijo la especialista de acuerdo a un comunicado del Cinvestav.
Los principales síntomas son diarrea, cólicos y flatulencias, además disminuye la capacidad de absorción de nutrientes en el intestino y puede ser una enfermedad crónica.
El parásito que produce la enfermedad, Giardia duodenalis, presentó en algunos casos resistencia a la potabilización como la cloración, indicó Bermúdez Cruz.
Los tratamientos que emplean para purificar el agua embotellada en general son métodos físicos como la filtración y químicos como la cloración u ozonificación, en los que se elimina el 99 por ciento de los quistes de Giardia, al afectar su ADN, sin embargo, ese uno por ciento sobrante es suficiente para causar la enfermedad.
“El problema es que el parásito tiene la capacidad de reparar el daño a su ADN en un periodo muy corto”, indicó.
La especialista añadió que el agua embotellada, que se utiliza en envases una sola vez son seguras, lo que genera ciertas dudas son los garrafones retornables porque no se sabe si los lavan con líquido que recibió un tratamiento de potabilización adecuado.
Según la norma NOM-201-SSA1-2002 se establece que para el caso de envases retornables, éstos deben someterse a procesos de lavado y desinfección interna, pero no se especifica cómo se verifica que se realice bien el proceso.
Las purificadoras de marca comercial o particulares tienen regulaciones que miden varias cosas para considerar su agua como potable, un parámetro es la cantidad de bacterias conocidas como coliformes, presentes en materia fecal.
Para tener confianza en el agua embotellada se deberían dar a conocer y permitir acceso a la información sobre los procesos de purificación y lavado de envases, pero si se busca por internet los detalles no siempre se encuentran disponibles, mencionó.
La científica añadió que otras fuentes de contagio por Giardia son las albercas, porque su agua puede tener quistes que resistieron la cloración, pues es muy común tragar agua por accidente.
La giardiasis no debería ser un problema, pero lo es porque su prevalencia es muy alta, además su rasgo de hospedaje se incrementó y no solo se encuentra en humanos, sino en animales como perros, gatos, ratas, ganado, entre otros.
Recientemente se encontró que hasta las focas, gaviotas y osos polares son portadores.