Con motivo del Día Mundial del Asma, la Secretaría de Salud (Sedesa) de la Ciudad de México hace un llamado a la población a detectar y tratar oportunamente este padecimiento que se considera la enfermedad crónica más común entre niñas y niños,
ya que de no hacerlo, las afecciones mermarán la calidad de vida del menor.
El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de falta de respiración y silbidos, los cuales varían en severidad y frecuencia. Entre los principales grupos afectados se ubican los niños de 5 a 9 años de edad; seguidos por menores de 2 a 4 años, y niños de 10 a 14 años de edad, los cuales conforman el 76.9 por ciento de la consulta por este padecimiento.
Este padecimiento provoca la inflamación de las vías respiratorias, las cuales obstruyen la entrada y salida del aire de los pulmones, generando tos, silbidos, dificultad para respirar, así como opresión del pecho.
Los principales factores de riesgo para desarrollar asma es una combinación de predisposición genética con la exposición ambiental a sustancias inhaladas y partículas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias.
Los síntomas pueden aparecer varias veces al día o a la semana. En algunos pacientes empeoran con la actividad física o por la noche. Si no se identifican y evitan los desencadenantes de la bronco-constricción (estrechamiento de vías aéreas), pueden producirse ataques de asma, disnea (dificultad respiratoria), e incluso la muerte.
Existen varios factores que pueden provocar el asma como por ejemplo, los ácaros del polvo, el polen, el pelo de gato, los virus respiratorios, el humo del tabaco, el ejercicio físico, ciertos medicamentos o algunas substancias químicas.