La proteína es el componente más abundante que tiene nuestro cuerpo después del agua y ésta se obtiene a través de la alimentación, convirtiéndose en el nutrimento más importante en la salud y desarrollo de un niño. La OMS recomienda a la Leche Materna como el único alimento en los primeros seis meses de vida de un bebé.
Las proteínas se encargan de conformar la estructura de los tejidos del cuerpo; regeneran, mantienen y hacen crecer los tejidos de nuestros cuerpos. El cuerpo las utiliza para fabricar hemoglobina, el componente de los glóbulos rojos que lleva el oxígeno a todo el organismo.
Una de las características importantes de la proteína es que la calidad de éstas depende de la fuende de la que se obtiene. Es decir, no tiene la misma calidad la proteína de la carne que la de los frijoles. En los bebés las proteínas ayudan a proteger a de enfermedades y proporcionar las enzimas necesarias para la digestión. Por lo que la reducción del desarrollo de alergias y el riesgo a sufrir sobrepeso, dependen en gran parte de la proteína que se le da a un bebé.
La mejor fuente de proteína
El calostro es la primera leche que produce una mujer y tiene mayor cantidad de proteínas que la leche madura, ya que el bebé lo requiere así en sus primeros 15 días de vida. La leche materna es de fácil digestión y al adquirir los sabores de los alimentos que la mamá consume ayuda a desarrollar el sentido del gusto, contribuye al desarrollo mental y previene la obesidad en los bebés. Además, se va modificando conforme los infantes crecen, disminuyendo el aporte de proteínas para brindar sólo lo necesario.
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