Algunas enfermedades crónicas, así como otras patologías como el VIH Sida, el sedentarismo y la falta de actividad mental, pueden contribuir al deterioro de la memoria, afirmó Ignacio González Burgos, investigador del IMSS en
Jalisco.
El investigador titular de la División de Neurociencias del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco explicó que los sistemas de la memoria se clasifican a corto y largo plazo.
Indicó que las amnesias globales o parciales, así como la llamada enfermedad de Alzheimer forman parte de la gama de patologías de memoria, siendo la última una de las más conmovedoras que puede padecer un paciente.
“Olvida hasta su necesidad de comer, no solamente cómo se llama su hijo, sino que olvida que tiene un hijo, olvida absolutamente todo y esa información ya no vuelve, es dramático”, subrayó González Burgos.
En una de sus investigaciones más destacadas misma que comparte en el libro “Psicobiología de la Memoria: Un enfoque Multidisciplinario” del cual también fue el coordinador editorial, el especialista aseguró que la neuroplasticidad es mayor entre más joven sea la persona.
Esto quiere decir que tiene una mayor capacidad para organizar y retener las ideas y la información que su cerebro procesa, no obstante manifestó que el llegar a la vejez no es sinónimo de perder la memoria.
Afirmó que las personas pueden llegar a vivir un envejecimiento exitoso que incluya el hecho de que sus capacidades mentales no tengan deterioro o éste sea mínimo.
“Si no estamos hablando de una persona que padezca una enfermedad por ejemplo diabetes, si es una persona sana, estamos hablando de un envejecimiento exitoso, una persona de edad avanzada no necesariamente presentará alteraciones cognitivas”, destacó el Investigador del Seguro Social.
La clave, dijo, es mantenerse activo y sano tanto física como mentalmente, toda vez que se ha comprobado que el ejercicio físico tiene un efecto importante en el aspecto cognitivo.
“Una persona que lee, que tiene una vida social en la que conversa frecuentemente, una persona que es emocionalmente aceptada, esto es muy importante. El desarrollo de actividad física tiene un efecto importantísimo en la neuroplasticidad, que representa la base sobre la que descansa una actividad cerebral sana”, indicó.
Un estilo de vida sano, incluyendo el plano emocional, además de procurar un sueño reparador -toda vez que la falta del buen dormir predispone a alteraciones cognitivas-, puede contribuir a prevenir el desarrollo de psicopatologías de la memoria, agregó.
En cuanto a otros factores que afectan la función cognitiva, el doctor González Burgos manifestó que el aspecto hormonal debe vigilarse estrechamente.
En este sentido, puntualizó que las mujeres en etapa de menopausia pueden desarrollar problemas de memoria, lo cual se asocia a que los estrógenos actúan como moduladores de la actividad sináptica, la cual interviene en el procesamiento de información en el cerebro.
Por lo anterior, recomendó que las mujeres en esta etapa de su vida, reciban tratamientos sustitutivos para regular su función hormonal.