Un grupo de investigadores del Tec de Monterrey y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lograron aislar una molécula del aguacate que ayuda a personas con enfermedades cardiovasculares a disminuir la formación
de coágulos, las cuales obstruyen las arterias.
Los especialistas, en colaboración con el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” y el Hospital Metodista de Houston, descubrieron que las grasas del aguacate Hass bajan los niveles de colesterol en personas con problemas cardiovasculares.
Además, de acuerdo con el Tec de Monterrey, el aguacate limita la formación de trombos que tapan las arterias y generan infartos en el corazón o en el cerebro.
Esta es la primera fase de un estudio sobre el aguacate que se ampliará y el cual traerá beneficios no solo en la materia de la salud sino económicos en el país, pues México es el mayor exportador y consumidor de este alimento en el mundo, dijo el profesor del Tecnológico de Monterrey, Gerardo García Rivas.
El académico explicó que cuando un vaso sanguíneo se lesiona se genera una primera reacción, ya que las plaquetas interactúan para generar un coágulo y evitar la pérdida de sangre.
“Sin embargo, cuando nuestras arterias ya tienen problemas por aumento en colesterol, beber, fumar, o por estrés, entre otras causas; estas plaquetas también contribuyen a que se hagan coágulos, lo que puede provocar infartos en el corazón o accidentes cerebrovasculares”, mencionó García Rivas.
“Lo que demostramos nosotros es que con estas moléculas del aguacate (acetogeninas), las plaquetas se agregan menos, lo que disminuye la formación de coágulos”, agregó.
Recordó que cuando una persona tiene riesgo de enfermedad o tuvo un evento vascular o un infarto previo, se les receta una pequeña cantidad de aspirina debido a que el ácido acetilsalicílico es una molécula cuyos beneficios son similares a los que logran las moléculas del aguacate, pues evita la formación de coágulos.
Por otra parte, la investigadora de alimentos y salud, Carmen Hernández-Brenes, mencionó que se separaron familias de diversas grasas del aguacate, hasta encontrar las moléculas.
“Aislamos una familia de moléculas con los mencionados beneficios, usamos plaquetas de humanos y ratones. Además logramos descubrir la identidad química de las moléculas que generan los beneficios”, dijo.
El Tecnológico de Monterrey inició estos trabajos hace cinco años y espera, en un plazo no mayor a dos años, realizar estudios de seguridad y eficacia con pacientes.
Hernández-Brenes resaltó que la Secretaría de Economía y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) le apostarán este año a una nueva etapa de este proyecto.
“Con este apoyo estamos preparándonos para poder realizar estudios con humanos y estudiando qué riesgos pueden tener estas moléculas en las dosis terapéuticas”, dijo la investigadora.
“Aunque ya estamos consumiendo estas grasas, cuando comemos aguacate, siempre es importante y parte de los protocolos éticos de nuevos fármacos el demostrar su seguridad en los niveles en que se podrían usar en pacientes”, afirmó.