Estudian padecimientos con radiofármacos

radiofarmacos

Las imágenes moleculares diagnósticas o la visualización de procesos biológicos a nivel molecular o celular a través de radiofármacos permiten estudiar el desarrollo de padecimientos como el cáncer, lo que podría conducir a mejores

tratamientos, aseguran especialistas.

De acuerdo con información de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en la actualidad estas imágenes se obtienen por resonancia magnética nuclear, ultrasonido y medicina nuclear molecular; esta última se basa en el uso de radiofármacos.

El proceso es que un elemento radiactivo se incorpora a una biomolécula (que puede ser un péptido) para dirigirse de forma selectiva a un tejido o incorporarse a un proceso metabólico o fisiológico del organismo.

Los radiofármacos son sustancias que contienen un átomo radiactivo dentro de su estructura y pueden ser administrados en pacientes con fines de diagnóstico o terapéutico, al utilizarlos se pueden obtener estudios dinámicos, lo que no puede lograrse con otras técnicas como el ultrasonido o la tomografía convencional.

Por lo tanto, con las imágenes obtenidas a través de procedimientos de medicina nuclear molecular, los investigadores identifican anormalidades en etapas iniciales de la progresión de una enfermedad, lo que conlleva al tratamiento temprano y con ello a reducir el costo del mismo.

Las imágenes in vivo de diferentes procesos de enfermedad se pueden obtener gracias al elemento radioactivo, la cual puede detectar un tumor por la tomografía computarizada de emisión de fotón único (SPECT) o la tomografía de emisión de positrones (PET).

Esta información se procesa con equipo de cómputo y se obtienen imágenes llamadas gammagrafías que se pueden analizar y correlacionar con experiencias clínicas.

La doctora del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), Guillermina Ferro Flores, comentó que en medicina nuclear molecular lo que se detecta en el paciente es la radiación que en el detector de centelleo es convertida en fotones de luz.

Para que un elemento radiactivo o radionúclido se concentre en la zona de interés, por ejemplo un tumor, se une a una molécula que tenga afinidad con esa área.

En diversos tipos de células de cáncer los receptores de péptidos reguladores están sobre expresados, por lo que se usan como “blancos moleculares”; es decir, los péptidos marcados con un radionúclido se encargan de localizar tumores malignos primarios y la invasión de células de cáncer a otros órganos.

Una nanopartícula funciona o se modifica en su superficie por diferentes biomoléculas que pueden reconocer, de manera simultánea, diferentes receptores sobre expresados en las células cancerosas.

“Los péptidos estimulan, regulan o inhiben numerosas funciones del organismo y pueden actuar como transmisores de información y coordinadores de actividades de varios tejidos”, dijo la doctora.

“Cuando las nanopartículas, ya radiomarcadas, son cubiertas en su superficie por biomoléculas naturales como los péptidos, estas son invisibles al sistema inmune, ya que no las reconoce como extrañas en el organismo”, añadió.

Los sistemas multifuncionales, conformados por una nanopartícula metálica unida a diferentes fármacos, proteínas o péptidos, pueden entrar en el organismo vía intratumoral o a través de una arteria cercana al tumor con una cirugía invasiva de forma mínima.

Una vez que las nanopartículas se localizan en el tejido maligno se pude usar luz láser para realizar un proceso de conversión, el cual libera el calor suficiente para destruir el tumor, proceso que se le conoce como termoterapia.

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