La terapia hormonal de remplazo (THR) para tratar los síntomas del climaterio y la menopausia no aumenta el riesgo de cáncer de mama y reduce los eventos cardiovasculares, la osteoporosis, las fracturas de la cadera, la resequedad
vaginal y las infecciones en vías urinarias, aseguran especialistas en ginecología.
Durante una conferencia organizada por el laboratorio Pfizer, en el marco del Día Mundial de la Menopausia, que se conmemora el 18 de octubre, el ginecólogo Armando Montaño, especialista en Menopausia y expresidente de la Asociación Mexicana para el Estudio del Climaterio, recomendó esta terapia, pues sus beneficios se estudiaron durante más de 10 años.
El objetivo terapéutico de tratar el climaterio y la menopausia es aumentar la calidad de vida de las mujeres, pues muchas de ellas presentan malestares durante esta etapa, indicó a su vez el ginecoobstetra Víctor Mercado.
“Al usar un tratamiento hormonal con estrógenos conjugados se reducen los síntomas como son cansancio, sofocos, cambios de humor, irritabilidad y obesidad, además de prevenir otras enfermedades que aparecen con la edad”, agregó.
El climaterio es la etapa de la vida donde la mujer concluye con su fase reproductiva, la cual se presenta entre los 45 y 55 años e incluye la premenopausia, la menopausia y la postmenopausia.
La menopausia es el último periodo menstrual, es decir, debe pasar por lo menos un año sin presentarse ninguna menstruación.
“Otra idea errónea es que la menopausia es el fin de la vida sexual; al contrario, las mujeres pueden experimentar una vida sexual plena, al contar con un tratamiento prescrito por un médico, que evite la resequedad vaginal y reduzca las infecciones urinarias”, señaló Mercado.
Aunque la menopausia no es una enfermedad, las mujeres, a partir de los 45 años, deben visitar a su médico para que les ayude a prevenir los síntomas.
En México existen en la actualidad más de siete millones de mujeres mayores de 50 años con una expectativa de vida de 77 años, y se espera que para 2030 se incremente a los 80 años, lo que refleja una preocupación por vivir más y la necesidad por vivir mejor.
“Durante esta etapa también se deben contemplar aspectos sociales y psicológicos, tales como el miedo a envejecer, la preocupación por la auto imagen, la inestabilidad conyugal, la problemática sexual, la percepción del ‘nido vacío’, la competencia con la pareja, la preocupación por la subsistencia, la jubilación, la viudez, el temor a la soledad y el desamparo”, mencionó Montaño.
Ambos especialistas coincidieron en que las mujeres deben de disfrutar esta etapa de la vida, por lo que recomendaron una buena alimentación, ejercicio y visitar a un profesional de la salud para que tengan un tratamiento adecuado.