Una caminata breve o ejercicios simples de resistencia pueden salvar la vida de pacientes obesos con diabetes tipo 2 que por pasar sentados mucho tiempo, tienen alto riesgo de sufrir ataques cardiacos y cerebrales, según un estudio divulgado
hoy.
El informe presentado en las Sesiones Científicas 2015 de la Asociación Estadunidense del Corazón halló que con tomar un paseo corto o hacer sentadillas cada 30 minutos, las personas que pasan sentadas la mayor parte del día pueden bajar la presión arterial.
Los investigadores revisaron los niveles de presión arterial de 24 adultos con sobrepeso, obesidad y con diabetes tipo 2 que pasaban sentados ocho horas.
Estos participantes tomaban recesos para caminar tres minutos a una velocidad promedio de tres kilómetros por hora, o hacían tres minutos de ejercicios sencillos cada media hora, comparados con quienes permanecían sentados sin interrupción.
Caminar a paso ligero disminuyó, en promedio, 10 puntos de la presión arterial sistólica (el número superior en la lectura de la presión), y las actividades de resistencia simples la redujeron 12 puntos en promedio.
“Parece que no se tiene que hacer mucho”, dijo la coautora del estudio la doctora Bronwyn Kingwell, jefe de psicología metabólica y vascular en el Hospital Baker IDI del Corazón y Diabetes en Melbourne, Australia.
“Vimos reducciones notables en la presión arterial durante los días del estudio cuando la gente caminaba al garrafón de agua fría o hacía unos cuantos movimientos de peso corporal simples en su mismo lugar”, añadió.
Los participantes fueron hombres y mujeres de 62 años en promedio, con sobrepeso u obesidad, y unos dos tercios de ellos tomaban medicamentos para controlar la presión arterial alta.
Kingwell comentó que este es el primer estudio en examinar los efectos de sesiones de actividad física ligera cortas e intermitentes en pacientes con diabetes tipo 2 en un ambiente de laboratorio controlado.
EL estudio fue financiado por el Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia.