Ver TV eleva riesgo de enfermedades

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Los investigadores consideran que esto se debe a una menor actividad física, aunque sobre todo, al hecho de que tienden a consumir más calorías que las recomendadas por día (2 mil en adultos). La comercialización de alimentos poco saludables y bebidas

azucaradas a través de los comerciales de la televisión, incitan a consumir masivamente estos productos, de ahí la relación televisión-obesidad.

-Diabetes tipo 2

Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, confirman que por cada dos horas adicionales que pasas viendo la televisión, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta un 20 por ciento. El estudio señala que permanecer por varias horas sentados genera cambios nocivos en la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de las grasas. Además, fomenta la inactividad por que los televidentes que deberían de caminar unos mil 500 pasos por día, dejan de hacerlo.

-Enfermedades del corazón

El corazón también sufre secuelas por ver varias horas la televisión. Por cada dos horas adicionales de permanecer frente a este aparato, el riesgo de sufrir de una enfermedad cardiaca aumenta 15 por ciento.

-Vista cansada

Norman Saffra, presidente de oftalmología del Centro Médico Maimonides en Brooklyn, Nueva York, confirma que ver varias horas la televisión causa fatiga visual y dolores de cabeza. Estos síntomas se acentúan cuando la televisión se ve con la luz apagada. Aunque este el cansancio visual no es un problema grave, una medida para evitarlo es reducir las horas que inviertes en ese pasatiempo y descansar tu vista mientras se transmiten los anuncios comerciales.

- Reducción de la fertilidad.

Un estudio de la Universidad de Harvard revela que los hombres que pasan más de 20 horas sentados frente a la televisión registran una reducción del 44 por ciento de esperma; mientras que los varones que trabajan 15 horas a la semana tienen un conteo más alto.

- Problemas en la relación de pareja.

Un estudio del Albion College de Michigan revela que la relación podría estar en peligro si la pareja ve muchos programas de televisión. Cuando una persona idealiza su vida como la ve en las series de televisión, se reduce la posibilidad de experimentarlas realmente.

- Acorta la duración de la vida.

Ver televisión más de tres horas al día eleva en un 13 por ciento el riesgo de morir, por cualquier causa o por el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association.

- Favorece la obesidad infantil.

Cuando los niños no tienen límites a la hora de ver la televisión, son más propensos a desarrollar obesidad, de acuerdo con un estudio del Journal of Nutrition Education and Behavior.

- Fomenta la alimentación chatarra:

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, se revela que los niños que ven televisión todos los días después de la escuela ingieren más dulces y bebidas azucaradas, lo que disminuye la posibilidad de ingerir frutas y verduras.

- Afecta la calidad de sueño.

Un estudio del American Academy of Sleep Medicine, cuya oficina principal está en Darien, Illinois, señala que observar programas televisivos antes de acostarse puede reducir las horas profundas de sueño y generar daños a la salud.

No importa la edad, las secuelas de pasar muchas horas viendo televisión son las mismas y el efecto puede presentarse a largo plazo. El reto es comenzar a cultivar hábitos saludables. Esto incluye limitar a menos de dos horas al día ver tus programas favoritos. Puedes invertir tu tiempo en otras actividades: leer, practicar juegos de mesa, ocuparse en arreglos de la casa en roperos, despensas, etc. Y al aire libre, como hacer gimnasia, caminar, trotar, andar en bicicleta, etc.

La conexión entre la televisión y la enfermedad no es un misterio. Ver la televisión consume el tiempo libre que podría ser dedicado a caminar y a hacer ejercicio, o incluso a moverse un poco. También ha sido relacionado con dietas poco saludables, incluyendo consumir demasiado azúcar, refrescos, alimentos procesados y botanas; alimentos que, tal vez no por casualidad, se encuentran a menudo en los comerciales de televisión.

Es más, algunos estudios sugieren que estar sentado mucho tiempo, más allá de su impacto en los hábitos alimenticios y el ejercicio, puede provocar alteraciones del metabolismo que contribuyen a niveles de colesterol poco saludables y a la obesidad.

Al otro lado del Atlántico, en España, el promedio de consumo televisivo es de cuatro horas diarias. Investigadores y sociólogos refieren que los "bajos niveles de actividad física y altos niveles de consumo de televisión durante la juventud y la edad adulta se asocian con peor rendimiento cognitivo al llegar a la mediana edad". En particular, estos comportamientos se asocian con tener una velocidad de procesamiento de información más lenta y pero capacidad cognitiva como podría ser memorizar un teléfono o seguir el hilo de una conversación con distracciones. Comparados con otros sujetos que sí eran activos y veían poca televisión, los más sedentarios tenían hasta el doble de posibilidades de obtener resultados pobres en distintas pruebas para medir el estado de forma del cerebro.

En este sentido se muestra crítico el profesor de la Universidad de Zaragoza Juan Ramón Barrada: "Los estudios elaborados son buenos, pero no garantizan que los problemas no arranquen desde el origen". "No sabemos si quienes realizaban baja actividad física ya presentaban una menor capacidad cognitiva a los 25 años (edad promedio en la primera toma de datos). Quizá ya eran diferentes a esa edad", razona Barrada, que no ha participado en el estudio y que está especializado en medición y evaluación psicológicas.

CUADRO

Cómo disminuir el tiempo de pantalla

Para algunos niños, reducir el tiempo frente a una pantalla a 2 horas por día puede ser difícil, debido a que la televisión puede conformar una gran parte de su rutina diaria. Sin embargo, usted puede ayudarles, diciéndoles cómo las actividades sedentarias afectan su salud general. Hable con ellos acerca de lo que pueden hacer para estar más saludables.

Para disminuir el tiempo de pantalla:

-Retire la televisión o la computadora de la recámara de su hijo,

-No permita ver televisión durante las comidas o cuando hacen tareas,

-No permita que su hijo coma mientras ve televisión o usa la computadora,

-No deje la televisión encendida como ruido de fondo. En vez de esto, encienda la radio o no tenga ningún ruido de fondo,

-Decida qué programas mirar por adelantado y apague el televisor cuando los programas hayan terminado,

-Sugiera otras actividades, como un juego familiar de tablero, un rompecabezas o salir a dar una caminata,

-Lleve un registro de cuánto tiempo se pasa frente a una pantalla. Trate de pasar la misma cantidad de tiempo estando activo,

-Sea un buen modelo como padre. Disminuya su propio tiempo frente a la pantalla a 2 horas por día,

-Si es difícil no tener el televisor encendido, ensaye usando la función para dormir de manera que se apague automáticamente, y

-Rete a su familia a pasar una semana sin mirar la televisión o realizar otra actividad de tiempo de pantalla. Encuentre actividades para hacer con su tiempo que lo lleven a moverse y quemar energía.

De McLuhan a la fecha, miles de comunicólogos, comunicadores, investigadores, psicólogos, sociólogos y estudiosos del tema de la cibernética y sus causas han elaborado miles de millones de cuartillas vertiendo sus generosas versiones y tratando de subsanar la problemática existente.

Pero el tema sigue allí. La televisión que conocemos desaparecerá en unos 50 ó 60 años, pero la humanidad seguirá poniendo todos sus sentidos en las redes sociales y en los nuevos y modernísimos artefactos que los atraerán y los harán felices virtualmente.

Ese invento pernicioso de la primera mitad del siglo 20, llamado televisión, modulará el comportamiento de la humanidad por cientos de años.

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