En México existen entre ocho y 10 millones de personas con algún grado de sordera, algunos de los cuales pueden resolverse con implante coclear.
En México se colocan al año 300 transductores de ese tipo, siendo un tratamiento de alto
costo porque cada dispositivo tiene un precio de 20 mil 500 dólares, más gastos quirúrgicos y de rehabilitación.
La sordera consiste en la pérdida de la audición debido a problemas de salud hereditarios, alguna enfermedad, traumatismo o exposición al ruido durante periodos largos, indicó el director general del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Jorge Salas.
Ante este problema y con la aplicación del Programa de Tamiz Auditivo al Nacimiento en las instituciones del sector salud, se ha incrementado la detección y el tratamiento oportuno de casos de hipoacusia o sordera, lo que ha permitido mejorar la calidad de vida a los niños que nacen con dificultades de este tipo.
Se brindan consultas, diagnósticos, tratamiento, cirugía, equipo, hospitalización y terapia de lenguaje, detalló en un comunicado, y a los infantes que presentan sordera profunda se les coloca un implante coclear, que es un aparato que les permite recuperar la audición.
Salas Hernández explicó que desde hace cinco años, con recursos del Seguro Popular, se cubren los gastos de implante coclear en los menores de edad inscritos al Programa Seguro Médico Siglo XXI, lo que significa que los pacientes no pagan.
Hasta el momento 59 niños inscritos en dicho esquema del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias han resultado beneficiados con este programa.
Debido a la detección cada vez mayor de ese problema de salud, se prevé incrementar al doble el número de implantes cocleares, al pasar de cuatro a ocho intervenciones mensuales.
Desde 1999, el INER ha practicado 217 implantes, de los cuales 35 son pacientes mayores de 18 años, ya que también atienden a población adulta del país