Los pacientes son vulnerables a los virus, bacterias, hongos y parasitos cuando registran una inmunodeficiencia primaria, consideró el titular del departamento de Inmunología Clínica y Alergias del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, Carlos Torres
Lozano.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) refirió que existen más de 150 formas de inmunodeficiencias primarias y su característica es un sistema de defensas deficiente que vuelve al paciente altamente vulnerable.
“Infecciones frecuentes a nivel respiratorio, gastrointestinal o inclusive en la piel, son un dato muy valioso tanto para el paciente como para el médico en el sentido de sospechar que puede tratarse de una inmunodeficiencia primaria”, dijo.
Explicó que esa afección, como su nombre lo indica, se caracteriza por un sistema inmunológico o de defensas, muy debilitado, que no responde ante agresores como virus, bacterias, hongos o parásitos.
Indicó que por lo general es una deficiencia con la cual la persona nace y si bien en algunas de sus variantes -como la humoral que suele manifestarse desde los primeros meses de vida- se puede llegar a un diagnóstico clínico con sólo observar al paciente, pero es importante la realización de pruebas muy específicas para determinar su presencia.
Detalló que un diagnóstico oportuno se traduce también en un tratamiento a tiempo y esto redunda en mejoras sustanciales en la calidad de vida de los pacientes.
Puntualizó que a nivel respiratorio debido a la presencia frecuente de neumonías, se pueden desencadenar bronquiectasias o dilataciones anormales en los pulmones que hacen que la persona tenga deficiencias en su respiración.
En el caso de infecciones recurrentes en el tracto digestivo, traducidas generalmente en diarreas, las vellosidades intestinales se ‘aplanan’ y esto inhibe la adecuada absorción de los alimentos, cayendo la persona en procesos de desnutrición.
Además, continuó, debido a que el sistema inmunológico o de defensas tiene también una función de vigilancia, quienes lo tienen disminuido debido a una inmunodeficiencia, son más vulnerables al desarrollo de cáncer.
“Esta afección se presenta por mutaciones celulares que, si no son captadas y controladas por un sistema inmunológico sano, crecen de manera desordenada y producen la neoplasia”, detalló.
Por ello, consideró que la difusión entre los médicos y los propios pacientes sobre la inmunodeficiencia primaria, es fundamental.
Reiteró que aquellas personas que se enferman tres, cuatro o más veces al año, de neumonías, sinusitis, diarreas, por mencionar sólo algunas afecciones, es importante que lo comenten con su médico y éste realice los estudios conducentes para descartar una inmunodeficiencia primaria cuyo tratamiento es muy especializado.