Uno de los sentimientos más importantes que vive el ser humano a lo largo de su vida es el amor. Esta palabra, a pesar de tener un sin fin de significados para diferentes personas, es catalogada como la clave del éxito de cualquier relación de pareja. Sin embargo, esta
afirmación puede resultar completamente errónea, al enfrentarse a circunstancias que afectan un complemento indispensable para una relación sana: el sexo.
Las relaciones sexuales influyen de manera trascendental en el buen entendimiento de las parejas, pues no sólo se trata de la conexión física que implican, sino también, la unión que representa en la parte emocional. Este elemento es la clave perfecta para combinarse con el amor, pues ayuda a conocer a la pareja tal y como es, y permite expresiones de afecto, interés, apoyo, intimidad y acercamiento emocional, que todo ser humano necesitamos.
El autor del libro “El triángulo del amor”, Robert Sternberg, nos señala que para que toda relación funcione, siempre debe haber tres pilares básicos: el amor, el sexo y la comunicación.
En nuestro cuerpo, contamos con un neurotransmisor que segrega una hormona llamada oxitocina, la cuál es la responsable de generar esa sensación de placer durante el sexo y nos hace ver más atractivos ante los ojos de nuestra pareja. Sin embargo, si existe alguna limitación que impida disfrutar de este beneficio, las consecuencias pueden llegar incluso a una separación.
Es importante siempre tener un balance en lo que se siente y lo que el cuerpo requiere. Por eso cuando el placer es el ingrediente faltante, empiezan a surgir estragos en la relación, que ponen en riesgo la unión de la pareja. Por otro lado, en la mayoría de los casos, la falta de comunicación, puede llegar a aislar los intereses y sentimientos personales, llegando a extinguir la posibilidad para hablar de los aspectos que la pareja debe resolver.
Además de la comunicación, existen diversos factores que pueden llegar a afectar la estabilidad en una pareja, entre los que se encuentran la falta de interés, el mal manejo del estrés, o la depresión, pero entre las más comunes está la disfunción eréctil, que impide mantener relaciones sexuales por la falta de erección. Ésta dificultad puede generar crisis en donde las discusiones y la frustración lleven a la relación al colapso.
“Tener intimidad sin amor, lleva a sentir vacío. Cuando la pasión se empieza a perder, es importante buscar alternativas que ayuden a vivir nuevas experiencias en el campo sexual. Un padecimiento como la disfunción eréctil, es más que una incapacidad para tener o mantener una erección, es un mecanismo de respuesta al miedo de fallarle a esa persona que amamos. Es por eso, que siempre una buena comunicación con la pareja nos ayuda a solucionar cualquier dificultad, pero sobre, el buscar a tiempo la ayuda de especialistas que sepan tratar y resolver estos problemas”, comentó Teresa Flores, Sexóloga y Directora de Comunicación de Boston Medical Group.
Descuidar este aspecto de la relación puede ser un error fatal, pues se abren muchas oportunidades para crear momentos de confusión o ausencia que empujen a la pareja a buscar su satisfacción fuera de la relación, generando problemas más graves de confianza.
Dejar el pudor, la timidez y la vergüenza a un lado, para pedir ayuda médica o especializada nos ayudará a vencer todo aquello que impida que podamos vivir en armonía con nuestra vida sexual y afectiva.
Es importante mencionar que el amor o el sexo no funcionan por separado en una relación en pareja, al contrario, es una parte complementaria en todas aquellas parejas que se aman, respetan y buscan tener una buena calidad de vida.