Fumar, desvelarse, comer a destiempo, vivir estresado, tomar alcohol y pasar horas frente a una computadora pueden dañar tu vida
En la vida cotidiana existen hábitos que maltratan tu piel, tu salud y tu estado de ánimo. El ritmo de vida actual nos impide en ocasiones darnos cuenta que aquello que nos gusta hacer nos puede estar perjudicando seriamente. Para cambiar esta situación, primero tienes que aceptar que tiene un problema, y segundo, poner toda tu disposición para erradicarlo.
La práctica constante de estos "malos hábitos" pueden provocar envejecimiento prematuro, un mal funcionamiento metabólico, sobrepeso, depresión y hasta la muerte. Descubre cuál es el tuyo y pon en marcha un plan para cambiar tu vida.
1. Vivir estresado. El estado de alerta y los nervios constantes generan cortisol, una hormona producida por el sistema suprarrenal. Esta vinculada al control del peso y padecer un derrame cerebral.
2. Vida sedentaria. Hacer ejercicio acelera tu metabolismo y lo mantiene así por algún tiempo. La vida sedentaria daña tu metabolismo y no le permite eliminar la grasa, causando obesidad.
3. Desvelarte. Está comprobado que tu cuerpo necesita dormir de 6 a 8 horas por la noche, para que realice todas sus funciones correctamente, las constantes desveladas pueden poner a tu metabolismo fuera de control y hacer que tengas un aumento de peso repentino o correr el riesgo de adquirir diabetes.
4. No tener orden en horarios de comida. Comer a deshoras, con prisa y poco balanceado puede acarrearte trastornos metabólicos, aumento de peso, trastornos cardiovasculares y diabetes.
5. Auto medicación. El consumo indiscriminado de diuréticos, laxantes y otros medicamentos para quemar grasa, puede llevarte a un fuerte deterioro metabólico y provocarte efectos secundarios tales como nerviosismo, dolor de cabeza, diarrea, trastornos respiratorios y sobrepeso.
6. Frecuente consumo de alcohol. Poseemos dos enzimas en nuestro metabolismo hepático (ADH y ALDH) que transforman el etanol en acetato, una molécula más amigable para nuestro organismo. Si bebemos en exceso y no damos tiempo a actuar a estas enzimas, la concentración de acetaldehído (molécula intermedia entre el potente etanol y el inocente acetato) será demasiado alta, dando lugar a náuseas, sudores, aceleración del pulso y malestar.
7. Fumar. Este hábito disminuye el apetito, provoca un aumento en la velocidad del metabolismo celular, mayor gasto de energía y menor almacenamiento de grasas, provocando diversas enfermedades. Fumar afecta a las células nerviosas y altera la composición química del cerebro, causando en apariencia daños neuronales.
8. Bañarse con agua muy caliente. Los baños prolongados y calientes hacen que las grasas que forman la barrera protectora de la piel disminuyan, además de que este hábito favorece la piel flácida. Opta por bañarte con agua tibia o fría para activar la circulación de la sangre en tu cuerpo y reafirma un poco tu piel.
9. Estar horas frente a una computadora. Esta elevada demanda visual, unida a factores ambientales, ha traído como consecuencia la aparición de un conjunto de síntomas que han sido descritos como síndrome visual del ordenador (SVO). Este trastorno, que afecta a tres de cada cuatro trabajadores se caracteriza por síntomas como ojos secos, dolor de cabeza, fatiga visual, visión borrosa y doble y dolor de cuello y espalda.
10. No ponerse crema. La piel es la barrera que nos protege del entorno y atenderla es cuidar una parte fundamental de nosotros. El uso de crema no sólo mejora la consistencia de la epidermis, sino que además mantiene la humedad, contribuye a la regeneración de células, proporciona vitaminas y otras sustancias esenciales e incrementa la elasticidad.