Ciudad de México a 16 de noviembre de 2017 – En la actualidad, hay más de 199 millones de mujeres en el mundo que viven con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y se calcula que esta cifra llegará a los 313 millones para 2040 si desde hoy no se toman las medidas necesarias para frenar su impacto, el cual se traduce en un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud incapacitantes y potencialmente mortales[1].
De hecho, las mujeres tienen dos veces más riesgo de sufrir enfermedad de las arterias coronarias en comparación con los hombres, por lo que necesitan un control más riguroso de la DM2 para disminuir la posibilidad de un ataque al corazón o un infarto cerebral (embolia)[2].
Por tanto, atender la diabetes en la población femenina es una prioridad, ya que las mujeres juegan un papel fundamental en el ámbito económico y social: son hijas, madres, esposas y profesionistas. Tan sólo en México hay 40.6 millones de mujeres en edad productiva, de las cuales 20.8 millones mayores de 15 años forman parte de la población económicamente activa en el país[3].
Sin embargo, a pesar de los avances en materia de género, este sector sigue siendo vulnerable. Por esa razón, la campaña del Día Mundial de la Diabetes de este año se centró este año en promover el acceso equitativo, a un diagnóstico oportuno, a medicamentos y tecnologías innovadoras, a una atención costo-efectiva, así como a una educación de calidad para prevenir y evitar la aparición de sus complicaciones, siendo las enfermedades cardiovasculares (ECV) la principal causa de muerte en personas con DM2[4].
La Dra. Esperanza Martínez Abundis, médico internista y profesora-investigadora de tiempo completo en el Instituto de Terapéutica Experimental y Clínica de la Universidad de Guadalajara (UdeG), señaló que las enfermedades cardiovasculares[5] pueden conllevar a más mortalidad en ellas que en el hombre debido, principalmente, a las diferencias hormonales. De esta manera, son más susceptibles a infartos cardiacos o cerebrales a edades más tempranas, tienen más probabilidades de fallecer después de un primer evento cardiovascular y son más vulnerables a sufrir depresión relacionada con el diagnóstico y la adherencia al tratamiento[6].
“Los estudios observacionales2 sugieren que las mujeres con diabetes tipo 2 pueden beneficiarse más que los hombres para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares mediante cambios en el estilo de vida, los cuales incluyen dieta, ejercicio y control intensivo, bajo supervisión médica constante, tanto de los niveles de glucosa en sangre como de presión arterial, colesterol y triglicéridos”, comentó.
En ese sentido, dijo que para ayudar a las pacientes que viven con esa condición de salud y presentan ECV establecida, como enfermedad de las arterias periféricas, infarto agudo de miocardio o un evento vascular cerebral, recientemente se cuenta con terapias de última generación como los inhibidores del co-transportador sodio-glucosa tipo 2 (ISGLT2) que, añadidos a los tratamientos habituales con metformina, sulfonilurea o insulina, no sólo han demostrado mejorar el control glucémico, sino también reducir el riesgo de muerte por alguna de estas causas[7].
Y es que este medicamento, desarrollado por la alianza Boehringer Ingelheim-Eli Lilly, e indicado bajo la estricta prescripción médica, facilita la eliminación de más glucosa a través de la orina, además de reducir la presión arterial[8], lo que significa un gran avance en el tratamiento de la DM2, pues 9 de cada 10 casos presentan sobrepeso u obesidad y otras comorbilidades como hipertensión arterial y colesterol elevado[9],[10]. “El beneficio de la protección del corazón no había sido descrito en un antidiabético oral, lo que sin duda abre una nueva era en el manejo de la diabetes”.
Destacó que el 9.4% de los adultos mexicanos tiene diabetes y, aunque el 87.8% reportó recibir tratamiento médico para controlar su enfermedad, la prevención de complicaciones está aún lejos de alcanzarse[11], ya que el 75% de los pacientes no alcanzan sus objetivos glucémicos con las terapias actuales[12]. Esto ha originado que en México este padecimiento tenga costos superiores a los 7 mil millones de dólares anuales[13].
De modo que contar con un fármaco que mejore el control de la glucosa y proteja el corazón es una esperanza para aquellos que viven con DM2, pero sobre todo para las mujeres, quienes presentan una prevalencia mayor que los hombres (10.3% vs 8.4%) y cuyas complicaciones cardiovasculares pueden ser más graves[14]. Además, una mujer con DM2 es casi diez veces más propensa a padecer una enfermedad del corazón en comparación con quienes no tienen diabetes[15].
Finalmente, resaltó que las mujeres en general son agentes clave para mejorar la salud y el bienestar de las futuras generaciones, por lo que la consigna mundial es instar a todos los actores clave: gobierno, industria, organizaciones civiles y comunidad médica a que juntos sumen esfuerzos en pro de mejorar su atención con conocimientos y recursos que les permitan prevenir y/o retrasar la aparición de la diabetes y sus complicaciones, particularmente en momentos como la infancia, durante el embarazo y la edad adulta.
“Lo más importante es que las pacientes siempre acudan al médico para que éste les recete el tratamiento que se ajuste a sus necesidades”, concluyó la especialista en diabetes.