No solo son deliciosas, sino también una fuente nutricional de excelente calidad para la salud humana; por eso, ya que ha comenzado la temporada de
cosecha, te compartimos cinco razones por las cuales debes consumir uvas.
Estos consejos son recomendaciones del Dr. Miguel Ángel Martínez Téllez, investigador de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Poderoso antioxidante
Este fruto es rico en flavonoides, taninos y antocianos. Sus semillas contienen resveratrol, una sustancia que retrasa el envejecimiento celular, lo que las convierte en un poderoso antioxidante y antiinflamatorio. A estos compuestos bioactivos también se les han atribuido propiedades anticancerígenas.
Fuente de vitaminas y minerales
Las distintas variedades de uva ofrecen vitamina K, que ayuda a la coagulación de la sangre; vitamina C, la cual es indispensable para el sistema inmunológico; vitamina B6, que desempeña un importante papel en la metabolización de alimentos, además de ácido fólico y vitamina E, cuya capacidad antioxidante previene el envejecimiento prematuro. También es rica en minerales como potasio, magnesio y calcio, principalmente.
Valor calórico
Además de contener una gran cantidad de agua, fibra y azúcares saludables, la uva es una gran opción de refrigerio, pues se calcula que cien gramos de uva blanca aporta cuarenta calorías, y la uva morada alrededor de sesenta, por lo que representan una excelente opción para las personas que buscan controlar su peso sin sufrir hambre.
Cardioprotección
Es importante que la uva se coma con todo y cáscara, ya que en esta es donde se encuentra la mayor cantidad de sus beneficios, como los fenoles y taninos, a los que se les adjudica la capacidad de fortalecer las paredes arteriales, así como el ya mencionado resveratrol, que se ha asociado como coadyuvante contra enfermedades cardiovasculares.
Además de la riqueza nutricional que representan las uvas, comer frutas de temporada también significa un ahorro para la economía familiar, ya que es la época del año en la que se puede conseguir a mejor precio y de mejor calidad.