Si se atiende con tiempo y oportunamente, la prediabetes es reversible, siempre y cuando la persona implemente cambios en su estilo de vida, de lo contrario la
enfermedad puede evolucionar a diabetes tipo 2.
La Secretaría de Salud destacó lo anterior al reiterar la importancia de trascender de una medicina curativa a una preventiva, para lo cual es indispensable que la población se haga el hábito de acudir al médico periódicamente a revisarse y cuidar su peso y alimentación.
En un comunicado, detalló que en el caso de la prediabetes, esta se diagnostica cuando los niveles de glucosa en ayuno superan los 126 mg/dl, cuando lo normal es que los niveles estén entre 70 y 99 mg/dl.
Recordó que el sobrepeso, el tamaño de la cintura, los patrones de alimentación, la inactividad, la edad, los antecedentes familiares, la raza, la diabetes gestacional, el síndrome del ovario poliquístico y el sueño, son factores que incrementan el riesgo de padecer prediabetes.
Advirtió que la prediabetes generalmente no presenta sintomatología, sin embargo, el aumento de la sed, la necesidad de orinar a menudo, la fatiga y visión borrosa son algunos que se manifiestan cuando una persona prediabética evoluciona a diabética.
Otro signo, que indica que una persona puede estar en riesgo de presentar diabetes tipo 2 es el oscurecimiento de la piel en ciertas partes del cuerpo como: el cuello, las axilas, los codos, las rodillas y los nudillos.
La dependencia aseguró que esta afección se puede prevenir al consumir alimentos saludables, realizar actividad física, bajar el exceso de peso, controlar la presión arterial y el colesterol.
La consecuencia más grave de la prediabetes es la evolución a diabetes tipo 2, ya que ésta puede provocar lo siguiente: presión arterial alta, nivel de colesterol alto, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad renal, ceguera y amputaciones.
Por otro lado, se ha considerado que el cuidado de la salud en el hogar, en el trabajo y en la escuela ayuda a prevenir enfermedades que generan altos costos económicos y humanos para las familias y el país.
Se estima que el costo de la atención para una persona con prediabetes atendida adecuadamente es de tres mil pesos al año, mientras que el de un paciente que solicita atención médica en etapas avanzadas, el precio es de hasta 65 mil pesos.