Alrededor del 60 por ciento de los medicamentos utilizados en la actualidad como agentes quimioterapéuticos,
provienen de compuestos de origen natural, por lo que especialistas de la Universidad Veracruzana (UV) desarrolla una línea de investigación de hongos que crecen sobre troncos y material leñoso en descomposición.
Aunque los vegetales han sido tradicionalmente los organismos más estudiados en busca de metabolitos con actividad biológica, no son el único grupo de seres vivos con potencial para el desarrollo de medicamentos.
Existen reportes acerca de diversos hongos con propiedades preventivas y curativas que han sido probadas a través de la experiencia, pero aún se desconoce cuáles son las sustancias específicas y los mecanismos de acción que podrían otorgarles estas cualidades.
Jorge Suárez Medellín, del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice), científico responsable de esta línea de investigación en la UV, explicó que contar con este conocimiento haría posible desarrollar su potencial farmacológico y sistematizar su uso con fines terapéuticos.
Si bien los resultados hasta el momento son prometedores, el sustento científico para avalar sus propiedades es todavía insuficiente, especialmente tomando en cuenta que su uso sin control también podría causar efectos negativos.
Centrado de manera específica en sus propiedades para combatir el cáncer de próstata, Suárez Medellín mencionó que existe evidencia de que algunos hongos producen compuestos semejantes a las hormonas esteroides, por lo que su consumo podría promover muchos de los efectos biológicos que éstas provocan, o bien, bloquearlos.
Uno de los efectos buscados, a decir del investigador, es la inhibición de la respuesta a los andrógenos, las hormonas encargadas de definir las características sexuales masculinas y, de acuerdo a diversos estudios, protagonistas en el desarrollo del cáncer de próstata.
Por trabajos anteriores se sabe que algunos extractos de hongos presentan un efecto antiandrogénico, con lo cual podrían desempeñar una tarea semejante a la de algunos fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer de próstata, cuyo propósito es interrumpir la actividad de las hormonas (andrógenos) que promueven la proliferación de células cancerosas.
Lo que aún no se sabe es, dentro de la variedad de metabolitos contenidos en dichos extractos, cuáles son los compuestos específicos que logran este efecto. Para saberlo, según un comunicado de la UV, es necesario llevar a cabo una gran cantidad de pruebas experimentales a partir de diferentes fracciones de los extractos, lo cual supone la inversión de mucho tiempo y recursos.
El investigador optó por realizar esta búsqueda a través de métodos computacionales (in silico), que le permiten un análisis eficiente de los datos mediante la filtración de compuestos y la selección de moléculas que, posteriormente, servirán para caracterizaciones biológicas a profundidad, sin necesidad de aislar grandes cantidades de cada compuesto.
En esta investigación Suárez Medellín trabaja en colaboración con Abraham Vidal Limón, del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y con apoyo del Laboratorio Nacional de Cómputo de Alto Desempeño, que este año les asignó 100 mil horas en el clúster de supercómputo “Xiuhcóatl” del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, al cual pueden acceder de manera remota. El año pasado tuvieron la oportunidad de trabajar con la supercomputadora “Miztli” de la UNAM.