Alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrollaron un
método para detectar daños o síntomas de rechazo del riñón después de un trasplante de este órgano.
El objetivo de la investigación de los estudiantes de la Facultad de Medicina (FM) es la detección oportuna problemas de salud derivados de trasplantes renales,
Además de generar un perfil de riesgos a fin de atender al paciente de manera oportuna con terapias de rescate y así mejorar su calidad de vida, señaló la UAQ en un comunicado.
“A partir de un año, es cuando se presenta el rechazo crónico, porque bajamos los niveles de inmunosupresión y se comienzan a presentar más casos de rechazo; sin embargo, para detectarlo actualmente, es por medio de estudios y que al momento de hacerlos el paciente ya tiene cierto daño”, señaló la alumna, Hilda Edith Noriega Jiménez.
Ante este panorama, la estudiante señaló buscan biomarcadores en la sangre que detecten el daño renal antes de la existencia de otros cambios morfológicos.
La investigación busca desarrollar un método no invasivo que permita la detección del rechazo en una etapa donde sea posible hacer un tratamiento oportuno del mismo.
Esto ayudaría a formar terapias de rescate que disminuyan la progresión de la insuficiencia renal en los pacientes de trasplante, para mejorar de manera considerable su calidad de vida.
La investigación considera la información proveniente de la sangre de los pacientes y los cambios moleculares presentados cuando se corre riesgo de una insuficiencia.
El estudio reveló que, entre 2012 y 2017, de los 197 pacientes trasplantados en hospitales queretanos, la mitad menor de 30 años, comenzó con problemas renales sin justificación alguna.
“El problema de la enfermedad renal es que es silenciosa y no se puede diagnosticar si no se busca, por ello, dentro de la Facultad comenzamos otra línea de investigación que es el desarrollar un método diagnóstico temprano de esta enfermedad en pacientes jóvenes”, destacó Noriega Jiménez.