La falta de pericia de los médicos o el hecho de que los padres etiqueten al
menor como “flojo”, provoca que 90 por ciento de los menores con hipertensión arterial pulmonar (HAP) en México, fallezcan sin recibir tratamiento.
En entrevista con Notimex, Humberto García Aguilar, jefe del Servicio de Cardiología Pediátrica del Centro Médico Nacional 20 Noviembre, del ISSSTE, explicó que esta enfermedad se origina en las arterias de los pulmones disminuyendo el flujo de la sangre y haciendo que el corazón se esfuerce más en esta tarea.
Este padecimiento poco frecuente que se estima afecta a unos dos mil menores en el país es más agresivo en niños que en adultos, ya que las niñas y los niños con esta enfermedad mueren en promedio al año de haber empezado con síntomas o de haber sido diagnosticados, y los adultos pueden tener una sobrevida de tres años.
Fatiga, cansancio y desmayos son los principales síntomas de la enfermedad, por lo que en muchas ocasiones los padres creen que su hijo es flojo y no lo llevan al médico.
Cuando recibe atención de un profesional de la salud los síntomas se confunden en la mayoría de los casos con asma o una enfermedad cardiaca y el paciente tampoco recibe el tratamiento correcto.
La terapia debe ser con medicamentos vasodilatadores que ayuden a abrir las arterias pulmonares para que pueda pasar la sangre sin problemas y el corazón no se canse. Cuando ya hay datos de enfermedad cardiaca eso significa que se encuentra en etapa avanzada.
El ecocardiograma es el estudio con el que se puede detectar la presencia de esta enfermedad, pero es el cateterismo cardiaco el que lo confirma y nunca debe omitirse este último porque de ahí depende elegir el mejor tratamiento para el paciente.
Hay terapias que van desde los 200 pesos mensuales hasta aquellas que cuestan 40 mil pesos al mes, y para evitar gastos innecesarios es importante no iniciar medicación sin antes tener los resultados del cateterismo, destacó Humberto García.
Señaló que la capacitación de los médicos es fundamental para un diagnóstico temprano, así como el que todas las instituciones cuenten con las tres terapias aprobadas para población pediátrica.