Es muy común que demos por sentado que nuestra audición es buena, la
verdad es que le restamos importancia al hecho de escuchar: Dra. Jimena Atuán
Hoy en día se tienen identificados cuatro diferentes grados de hipoacusia: conductiva, neurosensorial, mixta y retrococlear.
Ciudad de México a 6 de agosto de 2019.- “Se compran colchones, refrigeradores o algo viejo que vendan”, seguramente al leerlo lo hiciste con el clásico tonito que esta grabación ha tenido por varias generaciones, ya que en México es muy popular y casi no hay persona a la que no le sea muy familiar, pero ¿qué pasaría si un día salieras a de tu casa y no lo escucharas ni de lejos? Probablemente pensarías que ese día no pasó el carro que se lleva lo viejo; continuas con tu camino y te saludan los vecinos de siempre, pero no oyes, caminas y al cruzar la calle no escuchas el claxon de un auto…
Antes de que continúes imaginando lo que muy seguramente será un desenlace nada agradable, es importante situar nuestra audición como uno de los ejes prioritarios en nuestra vida. La pérdida de la audición es uno de los padecimientos con más registros a nivel mundial, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen 466 millones de personas que han dejado de escuchar.
La pérdida de la audición se presenta cuando en una o más partes del oído o los oídos hay un problema o impedimento para escuchar de forma adecuada. Se puede perder en su totalidad la audición o quizá se puedan escuchar algunos sonidos. En México, con base en los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 5 millones 739 mil personas con discapacidad que viven en el país, 12.1 por ciento presentan pérdida de audición, lo que equivale a 694 mil 451 habitantes.
Es muy común que demos por sentado que nuestra audición es buena, la verdad es que le restamos importancia al hecho de escuchar; sin embargo, cuando la pérdida de audición ya fue detectada, es importante acudir con un médico audiólogo para que sea quien nos brinde la solución más eficaz a nuestro problema. En MED-EL, hemos trabajado arduamente para poder brindar soluciones para cada uno de los tipos y grados de hipoacusia que puedan presentarse, apuntó Jimena Atuán Rodas Especialista en Audiología, Foniatría y Otoneurología de MED-EL.
Hay varios tipos y grados de pérdida auditiva. Los grados de hipoacusia son: conductiva, neurosensorial, mixta y retrococlear y los tipos van de: Leve, moderado, severo y profundo.MED-EL es la única compañía a nivel global que tiene una solución para cada tipo de pérdida auditiva.
• Hipoacusia conductiva: se presenta cuando hay un problema en el oído externo o medio que impide que el sonido se transmita adecuadamente. Este tipo de pérdida oscila entre los 25 y 65 decibelios. En algunos casos puedes ser temporal y dependiendo de la causa específica del problema, se puede solucionar con medicación o cirugía. La pérdida auditiva conductiva se puede corregir también con un audífono o un implante de oído medio.
• Hipoacusia Neurosensorial: es una alteración en el oído interno y se produce cuando las células ciliadas de la cóclea están dañadas. Esta hipoacusia puede ser leve o moderada y puede ser corregida con un implante de oído medio. En algunos casos se puede presentar pérdida auditiva en las frecuencias altas, y se le conoce como hipoacusia parcial.
• Pérdida auditiva mixta: es la combinación de una pérdida auditiva neurosensorial y conductiva. Se produce como consecuencia de problemas tanto en el oído interno, externo o medio. Entre las opciones de tratamiento se encuentran la medicación, la cirugía, los audífonos o el implante de oído medio.
• Pérdida auditiva retococlear: se presenta cuando el nervio auditivo sufre un deterioro y puede ocasionar una pérdida auditiva retrococlear. Este tipo de pérdida suele ser profunda y permanente.
• Los audífonos y los implantes cocleares no son efectivos, ya que el nervio no puede transmitir la información sonora necesaria al cerebro.
• En muchos casos, un Implante de Tronco Cerebral (ABI) puede ser una opción terapéutica.
Tómate un minuto, cierra los ojos y escucha lo que está a tu alrededor: alguien tecleando en su computadora, el ascensor que acaba de abrirse, un perro ladrando, todos esos sonidos pueden parecerte de lo más común y corrientes, pero date cuenta que no siempre puede que los escuches, atiende tu audición ante la más mínima molestia.