Más del 60% de los mexicanos no acuden a un nutriólogo para realizar una dieta.
Ciudad de México a 14 de enero de 2020.- Las fiestas decembrinas terminaron y con ello uno de los periodos donde el consumo de alimentos se incrementa aunado a esto las temperaturas bajas hacen que se consuman productos con más calorías, durante las festividades hay comida en abundancia y parece que no se puede decir que no.
A razón de esto, uno de los propósitos de Año Nuevo más comunes entre los mexicanos es el de bajar de peso, de hecho, es de esas intenciones que frecuentemente se reciclan año con y año de las que menos se cumplen. De acuerdo a datos de la industria fitness las inscripciones a los gimnasios aumentan en un 200% durante los primeros tres meses del año; sin embargo, después de este periodo pierden a 6 de cada 10 inscritos.
Por otro lado, hay quienes buscan cumplir este propósito controlando su alimentación o mejorándola por lo que recurren a las dietas para perder peso y no está mal querer ser más saludable o bajar esos kilos ganados durante la época decembrina; sin embargo, muchos de los mexicanos que se inician en las dietas no lo hacen con el acompañamiento médico adecuado. De acuerdo con estudios sobre vida saludable, más del 60% de los mexicanos no acuden a un nutriólogo para realizar una dieta.
En definitiva, es muy normal quererse ver mejor después de una temporada donde la alimentación fue mala o no fue la más nutritiva; no obstante, las dietas son un asunto que no deben tomarse a la ligera y es muy importante que no se hagan solo porque las vieron en redes sociales o porque alguien se las recomendó, acotó el Mtro. Jacob Sarabia Jáuregui, Jefe de Nutrición y Servicios de Alimentos del Hospital DioMed.
Existen dietas que más allá de ayudar a la pérdida de peso, ponen en riesgo la salud de quienes las practican:
Bolitas de algodón. Esta es una de las dietas más peligrosas, ya que uno de los principales problemas que genera a mediano y largo plazo es la obstrucción intestinal, el algodón provoca la generación de mucosa esencial para la digestión. Cabe mencionar que esta no es una dieta.
Ayuno no controlado. Si bien el ayuno (con el acompañamiento de un experto en nutrición) puede traer beneficios al cuerpo, el exponerse de forma prolongada y sin el control de un especialista puede generar un desorden en el organismo, ansiedad, algún tipo de desmayo, fatigas, bajas de azúcar, tensión y algunos médicos aseguran que es la entrada a una anorexia nerviosa.
Dieta Atkins. Este procedimiento consta de la eliminación por completo de los carbohidratos y azúcares de las comidas, pero permite el consumo de proteínas y grasas. Este tipo de dieta puede generar descompensación inmediata, mareos, debilidad, falta de concentración y problemas digestivos, ya que no hay fibra dentro del protocolo alimenticio.
La dieta correcta no es aquella que te hace perder peso de forma “mágica” y mucho menos una que expone tu salud, es la que cubre tus necesidades nutricionales específicas, de acuerdo a la etapa de vida en la que te encuentres. Ésta debe ser equilibrada, completa, variada y por supuesto supervisada por un especialista.