Ciudad de México, 18 de octubre 2020, - Las personas inmunizadas a través de una inyección quedan protegidas internamente contra la enfermedad, pero el patógeno que la produce puede seguir infectando sus mucosas (ubicadas en ojos, oídos, nariz, boca, tracto genitourinario, gastrointestinal y respiratorio) y diseminarse entre quienes no están vacunados, lo cual podría dificultar el control de una pandemia como la actual.
Por lo anterior, se requieren nuevos métodos de administración de vacunas que produzcan respuesta inmune tanto sistémica (dentro del cuerpo) como en las mucosas, que separan el interior del organismo del exterior a partir de un epitelio especializado; y así, impedir la propagación del agente infeccioso.
Un grupo de investigación del Cinvestav, encabezado por Marco Antonio Vega López, ha desarrollado un protocolo de inmunización que consiste en administrar un antígeno por vías combinadas: intramuscular e intranasal.
Este modelo de inmunización ya ha sido probado en el laboratorio del investigador, del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular, en un modelo animal, utilizando patógenos que afectan a la actividad pecuaria, tal es el caso de los virus de la Enfermedad de Aujeszky y del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino.
Uno de los resultados de dicho trabajo fue la presencia de anticuerpos (proteínas producidas ante un agente dañino) en el suero y en las mucosas nasal, bucal, bronquial y vaginal, sin recurrir a sustancias que puedan ser tóxicas, ni a inmunizaciones repetidas.
La propuesta es que este protocolo, con el apoyo financiero de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXID), de la Secretaría de Relaciones Exteriores, sirva para evaluar vacunas en fase preclínica contra el SARS-CoV-2 y se tengan datos para comparar los resultados de la inmunización tradicional (vía intramuscular y que no ofrece protección efectiva en las mucosas) con los de la combinada.
Las vacunas que podrían ser parte de las pruebas con este protocolo son las que se están desarrollando en el Consorcio Mexicano de Vacunas y Tratamientos COVID-19, en el cual participan la Cancillería, universidades, centros de investigación y empresas mexicanas.
En cuanto al papel de las mucosas, el investigador explicó que a éstas llegan constantemente virus, bacterias y parásitos. En condiciones normales se activa una respuesta (por ejemplo, de anticuerpos) encargada de eliminar el problema y generar una memoria inmunológica que protegerá al organismo de futuros encuentros con agentes infecciosos.
Pero dependiendo de la cantidad y la frecuencia en la que arriban estos patógenos, en ocasiones los mecanismos de defensa de las mucosas son superados y la infección puede invadirlas.
Por lo que entre las ventajas del modelo propuesto para la aplicación de vacunas está que se podría obtener respuesta inmunológica en sangre y varias zonas mucosales y además se evitaría el problema del “portador sano”, el cual se refiere al individuo no enfermo, pero cuyas mucosas están infectadas y puede propagar el patógeno.
En cuanto a la metodología para realizar la evaluación de los prototipos de vacunas contra el nuevo coronavirus, consistirá en inocular al modelo animal por la vía combinada (intramuscular e intranasal). Después, a partir de la prueba de laboratorio ELISA, se analizará semanalmente la generación de anticuerpos, tanto en suero como en las mucosas nasal, bucal, bronquial y vaginal.
Esto es necesario a fin de determinar en cuánto tiempo la concentración de anticuerpos es suficiente para inhibir la presencia del SARS-CoV-2, mencionó Vega López, quien desde hace 10 años se ha dedicado a estudiar el sistema inmunitario de las mucosas, en especial del tracto respiratorio.
De acuerdo con el integrante del Sistema Nacional de Investigadores, este proyecto no sólo tendrá implicaciones en la evaluación de vacunas contra el nuevo coronavirus o para proponer la modificación en la aplicación de otras, como la de la influenza; sino también en la mayor comprensión de los mecanismos que regulan la activación efectiva de la respuesta inmune en las mucosas.
“Este conocimiento permitiría diseñar y producir vacunas que induzcan protección en los principales sitios de entrada de los patógenos y, a la par, resolver algunas de las preguntas que han resurgido durante la actual pandemia, entre ellas cómo se produce la respuesta inmunológica y si hay posibilidades de reinfección”, finalizó el especialista del Cinvestav.