El consumo de drogas por un hijo es uno de los peores temores de los padres.
Cuando el consumo de alcohol u otras drogas se convierte en una adicción, puede arruinar la vida de un niño. La adicción en los hijos también puede destruir el tejido de confianza esencial en una familia. Detección e intervención temprana son básicas.
Según especialistas, el consumo de alcohol, drogas, estupefacientes y antidepresivos han tenido un gran incremento durante el confinamiento, entre los cuales, niños y jóvenes son más vulnerables ante tal situación. Es por esto que, Emotions Life Center, preocupados por la salud de los más jóvenes del hogar, nos brinda ocho señales de advertencia que podríamos tomar en cuenta para poder detectar un caso de adicción a tiempo.
1. Pistas físicas (busque más de uno y persistencia en el tiempo)
• Cambio en los hábitos de alimentación: pérdida o ganancia de peso inexplicable
• Incapacidad para dormir o despertarse a las horas habituales
• Ojos enrojecidos o llorosos, pupilas dilatadas o más pequeñas de lo normal
• Constipado y moqueo nasal demasiado tiempo
• Sudoración excesiva, temblores o sacudidas
• Palmas sudorosas o manos frías y temblorosas. Náuseas o vómitos
• Hiperactividad extrema o locuacidad excesiva
2. Cambios emocionales repentinos y constantes
• Pérdida de interés por la familia
• Los signos de paranoia, como ser demasiado discreto o encerrarse en su habitación
• La falta general de motivación, energía, autoestima
• Deshonestidad crónica (mentir por costumbre)
• Cambios de humor, irritabilidad, nerviosismo
• Estos cambios pueden llegar a ser tan graves que los padres no “reconocen” a su hijo y experimentan sentimientos de pérdida.
3. Cambios en la asistencia escolar y las calificaciones, la adicción también se muestra a través de un cambio en el comportamiento del niño en la escuela, pero la mayoría de las escuelas no tienen los recursos para identificar el problema. Los padres deben buscar signos, como la apatía, los problemas de asistencia o deterioro en los estudios.
4. Pérdida o ganancia inexplicable de dinero, los consumidores de drogas a menudo se convierten en traficantes de drogas por lo que llegan a casa con dinero de procedencia extraña. O, en el caso contrario los niños comienzan robando a sus hermanos o padres. Observe si desaparecen consolas, ordenadores u otros objetos de valor como joyas, relojes etc. Esté atento a la mentira: “Sólo estoy guardando este dinero para un amigo”, o “me han robado en el metro.”
5. Cambios dramáticos en las amistades cuando un niño comienza a abusar del alcohol o de las drogas los amigos o el grupo cambia radicalmente. Deja de relacionarse con los amigos de toda la vida y de repente aparecen “nuevos” amigos. Y casi siempre se muestra muy receloso con el teléfono móvil.
6. Cambios no característicos de humor o personalidad, en algunos casos, la adicción en la juventud se acompaña de problemas de salud mental tales como la depresión o la ansiedad, y el adolescente usa las drogas como “medicina”.
7. Medicamentos que faltan en el botiquín, muchos jóvenes con problemas de abuso de drogas buscarán en el botiquín de casa o de otros familiares. Los jóvenes son inteligentes y saben que medicamentos contienen componentes que colocan: medicamentos para el TDAH, pastillas para dormir, ciertos ansiolíticos, etc
8. El deterioro en la apariencia, otro de los signos es la falta de higiene personal, dejadez en el vestir y descuido general de su aspecto físico
Confíe en sus instintos como padre y trate de detectar algún cambio a tiempo. Si necesita ayuda, en Emotions Life Center contamos con especialistas y paquetes de prevención donde apoyamos a los padres y a los hijos a tener herramientas para prevenir adicciones y temas de salud mental.