Ian Haydon ayudó a probar la vacuna contra el coronavirus de Moderna el año pasado. Ahora colabora a probar la versión modificada de esa vacuna diseñada para combatir una variante nueva y más contagiosa.
«Hace un año probé la vacuna Moderna para ver si era segura. (Spoiler: ¡Lo es!) Ahora, en mi aniversario de #COVIDvaccine, estoy feliz de compartir que acabo de recibir una tercera dosis. Este experimento de refuerzo revelará (1) si las vacunas adaptadas a las cepas aumentan la inmunidad y (2) si son seguras», dijo Haydon, especialista en comunicaciones de la Universidad de Washington, a través de Twitter el sábado.
«No está claro si esta nueva versión modificada será necesaria», afirmó Haydon a CNN en una entrevista telefónica.
«Pero se está desarrollando y probando en este momento para que la tengamos a mano».
(CNN) — Ian Haydon ayudó a probar la vacuna contra el coronavirus de Moderna el año pasado. Ahora colabora a probar la versión modificada de esa vacuna diseñada para combatir una variante nueva y más contagiosa.
«Hace un año probé la vacuna Moderna para ver si era segura. (Spoiler: ¡Lo es!) Ahora, en mi aniversario de #COVIDvaccine, estoy feliz de compartir que acabo de recibir una tercera dosis. Este experimento de refuerzo revelará (1) si las vacunas adaptadas a las cepas aumentan la inmunidad y (2) si son seguras», dijo Haydon, especialista en comunicaciones de la Universidad de Washington, a través de Twitter el sábado.
«No está claro si esta nueva versión modificada será necesaria», afirmó Haydon a CNN en una entrevista telefónica.
«Pero se está desarrollando y probando en este momento para que la tengamos a mano».
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A los médicos les preocupa que el coronavirus pueda terminar siendo como la influenza, que requiere una nueva vacuna cada año, tanto porque las cepas circulantes mutan rápido como porque la inmunidad de la vacuna desaparece rápidamente.
Aunque la evidencia inicial sugiere que la inmunidad de la vacunación contra el coronavirus proporciona una protección duradera, los fabricantes de vacunas han comenzado a fabricar y probar versiones de sus vacunas que protegen contra variantes preocupantes del virus. Eso incluye la versión B.1.351 identificada por primera vez en Sudáfrica, que porta una mutación que, en experimentos de laboratorio, parece permitirle evadir un poco la respuesta inmune humana.
El más reciente informe del fabricante de vacunas Pfizer muestra que las personas en Sudáfrica que recibieron su vacuna contra el coronavirus después de que B.1.351 se convirtiera en el virus circulante dominante todavía estaban fuertemente protegidas de la infección, algo que respalda los experimentos de laboratorio que han demostrado que la vacuna causa una respuesta tan fuerte que proporciona un colchón contra los efectos de las mutaciones de los virus.
«Todavía está lo suficientemente igualado como para que tengamos una buena protección», dijo Scott Hensley, inmunólogo y experto en vacunas de la Universidad de Pensilvania.
Pero los fabricantes de vacunas no se arriesgan. El ensayo en el que participa Haydon prueba no solo una tercera dosis de la vacuna de Moderna ajustada para proteger específicamente contra B.1.351 –eso es lo que obtuvo–, sino también una tercera dosis de la vacuna original en algunos voluntarios, para ver si la respuesta inmunitaria potenciada es segura y ofrece una ventaja.
Un informe publicado el mes pasado por Pfizer sugiere que las personas que reciben ambas dosis mantienen una fuerte inmunidad durante al menos seis meses. Los expertos se han esforzado en señalar que eso no significa que la inmunidad se detenga a los seis meses. Significa que se ha seguido a los voluntarios de los ensayos por más tiempo para ver cuál es su inmunidad. Es probable que dure mucho más, según Hensley.
«No me sorprendería si supiéramos dentro de un año que estas vacunas todavía producen una fuerte respuesta inmune», le dijo Hensley a CNN.
«No me sorprendería que esta sea una vacuna que solo recibimos una vez».
Eso haría que la vacuna se pareciera más a las vacunas contra el sarampión que a las vacunas contra la gripe. La vacunación contra el sarampión protege contra la infección de por vida en el 96% de las personas.
La protección de la vacuna de dos dosis de Pfizer se mantiene por encima del 91% incluso a los seis meses, según la compañía. Ha dado a conocer los detalles en un comunicado, no en una publicación científica formal, y los datos cubren solo a unos pocos miles de personas. Pero si se mantiene, es una indicación de que tanto las vacunas de Pfizer como de Moderna provocan una respuesta inmune duradera, indican los expertos.
Hensley explica que la tecnología utilizada por ambas vacunas, la entrega de material genético conocido como ARN mensajero de ARNm, es especialmente potente.
«Las respuestas de anticuerpos provocadas por estas vacunas de ARNm son increíblemente altas. Lo que sabemos en modelos animales con otras vacunas de ARNm que se han probado anteriormente es que esas respuestas de anticuerpos son increíblemente duraderas y no disminuyen con el tiempo», señaló Hensley, cuyo laboratorio ha probado vacunas experimentales de ARNm durante años.
Si bien las vacunas contra el coronavirus son, por supuesto, nuevas (el virus solo existe desde fines de 2019), la tecnología de ARNm se ha estudiado durante varios años y se ha utilizado para fabricar vacunas contra la influenza, el ébola y el virus del Zika.
Varios estudios han indicado esto con la vacuna contra el coronavirus.
En enero, un equipo dirigido por la Dra. Alicia Widge en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas escribió en el New England Journal of Medicine que su investigación mostró que dos dosis de la vacuna de Moderna produjeron muchos anticuerpos que disminuyeron muy levemente con el tiempo. La vacuna también hizo que el cuerpo produjera células inmunitarias conocidas como células T y células B, que pueden mantener las defensas activas durante años. Descubrieron que la respuesta inmune inducida por la vacuna fue más fuerte y menos variable que la respuesta inmune que sigue a una infección natural.
Pfizer confirma el tiempo de protección de su vacuna
Otro estudio en el New England Journal of Medicine en febrero reveló que la sangre extraída de personas que recibieron la vacuna contra el covid-19 de Pfizer/BioNTech continuó produciendo una respuesta inmune contra la variante B.1.351.
«Aunque todavía no sabemos exactamente qué nivel de neutralización se requiere para la protección contra la enfermedad o infección por covid-19, nuestra experiencia con otras vacunas nos dice que es probable que la vacuna Pfizer ofrezca una protección relativamente buena contra esta nueva variante», le dijo en ese momento a CNN Scott Weaver, director del Instituto de Infecciones e Inmunidad Humana de la Rama Médica de la Universidad de Texas.
No obstante, el mes pasado, los virólogos sudafricanos argumentaron que existe una creciente evidencia de que las vacunas que se desarrollan no funcionan tan bien contra la B.1.351 e instaron a los fabricantes de vacunas a comenzar a ajustar sus fórmulas.
Y pese a que Haydon participa en ensayos clínicos que requieren extracciones de sangre periódicas para comprobar su inmunidad, no tiene idea de qué tan bien protegido está contra el virus.
«Sé que al principio del ensayo, todos los participantes y yo desarrollamos anticuerpos neutralizantes, del tipo que buscas. Eso quedó claro hace muchos, muchos meses», comentó Haydon. «Pero el nivel de esos anticuerpos, y cómo los niveles han cambiado con el tiempo, no es algo que me digan. Esa es una de las cosas principales que se evaluarán durante el estudio».
Tuvo una fuerte reacción a la primera ronda de vacunación y dijo que la tercera dosis que acababa de recibir también causó algunos efectos.
«Como una gripa, es la forma correcta de describir mis síntomas», dijo. «Terminé con fiebre, escalofríos, un poco de náuseas, dolor de cabeza», agregó.
Los inmunólogos dicen que es una señal de que el sistema inmunológico responde a la vacuna, aunque las personas que no informan síntomas también desarrollan una respuesta inmunitaria, por lo que los síntomas no parecen sugerir que alguien tenga una mejor respuesta que alguien que no tiene fiebre.
Haydon no sabe si su respuesta esta vez dice algo sobre el nivel de inmunidad que aún tenía desde la primera dosis que aplicada hace un año.
Lo que sí sabe es que no puede comportarse como si fuera completamente inmune. Así que todavía usa una máscara cada vez que sale y ha evitado casi todos los viajes.
«Vivimos en un mundo donde la mayoría de la gente no está vacunada. El hecho de que estés vacunado no cambia todo para ti», dijo Haydon.
«Todavía tenemos que tomar muchas de las mismas precauciones que una persona no vacunada», agregó. Aunque el riesgo de ir al hospital disminuye considerablemente, la propagación del virus es una preocupación importante. No es hasta hace poco que comenzamos a recopilar datos (que muestran) que las personas vacunadas también transmiten mucho menos el virus. Es un descubrimiento reciente y una muy buena señal».