CDMX, 28 de abril 2021, - El consumo de comida chatarra y grasas saturadas, aunado a la baja actividad física, provocan sobrepeso y obesidad,
pero nuestro afecto por dicha alimentación puede más que el plato del buen comer que involucra verduras, frutas, cereales, tubérculos, leguminosas y proteínas de origen animal.
En nuestro país, desde el 2016 el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una emergencia epidemiológica promulgada por la Secretaría de Salud (SSA)[1], con lo anterior se pudiera pensar que al paso de los años las personas modificarían su estilo de vida, pero todo lo contrario, tan sólo durante el confinamiento por la enfermedad del covid-19, México encabeza la lista de países que más han subido de peso con un promedio de 8.5 kg por persona, de acuerdo al reporte Actions & Interventions for weight loss de Ipsos[2].
Lo anterior, amplifica el riesgo en la población de padecer resistencia a la insulina, la cual antecede a la diabetes mellitus tipo 2, que constituye la tercera causa de muerte en México[3].
Conexión entre la resistencia a la insulina y diabetes
La resistencia a la insulina se caracteriza como una acción anormal de esta sustancia, la cual no metaboliza correctamente los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre, de tal forma que cada vez se requiere más de ella; por lo que, el páncreas sigue produciendo insulina que no funciona adecuadamente para controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Ahora bien, conforme avanza el tiempo, será mayor la cantidad de insulina que se requiera para que las células metabolicen la energía, lo que en consecuencia provoca que el páncreas llegue a su límite y desencadene en diabetes, aunado a otros problemas crónico degenerativos.
Se pudiera pensar que la diabetes es una bola de nieve que se aproxima, pero nueve de cada 10 casos de dicha enfermedad se pueden prevenir si la resistencia a la insulina se controla de forma adecuada.
Lo anterior, se puede lograr acudiendo al médico y con fármacos de prescripción médica como es la metformina solución, que ayuda a proteger el páncreas por que mejora la acción de la insulina regulando la cantidad de azúcar en la sangre, facilitando así la adherencia al tratamiento tanto en niños, jóvenes y adultos.
Además, se deben realizar cambios en el estilo de vida, es decir: hacer por lo menos 150 minutos de ejercicio a la semana, aumentar el consumo de comida saludable, evitar la ingesta de tabaco y alcohol, no sobrepasar los 80 cm de cintura en mujeres y los 90 cm en hombres, debido a que, la acumulación de grasa en dicha zona puede ser un detonante de la diabetes.
2021, año de la prevención
Si bien la resistencia a la insulina es una enfermedad silenciosa y que puede surgir a cualquier edad, un rasgo significativo de la misma y visible a simple vista es la aparición de manchas oscuras y gruesas en cuello y axilas, denominadas acantosis nigricans.
Ante esto, es momento de actuar y esforzarnos en cambiar nuestro estilo de vida y prevenir el sufrimiento, es decir, modificar la historia hacia la diabetes mellitus tipo 2. A ello se le denomina medicina preventiva.
Al tener la creencia de que sin dolor no existe una enfermedad, dejamos pasar el tiempo y no nos damos cuenta de los gritos de auxilio que emite nuestro cuerpo, por lo que es indispensable acudir por lo menos una vez al año con el médico para llevar a cabo una revisión general del estado de salud.
Si aún no sabe cómo comenzar a realizar esos cambios significativos, puede acercarse a su médico y consultar integratemexico.com.mx, iniciativa que promueve gratuitamente estilos de vida saludables para pacientes, familiares y cuidadores.