Pese a los importantes avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, éste sigue siendo la segunda causa de muerte en el mundo. Cerca del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
En México, se diagnostican 191,000 casos de cáncer al año, de los cuales 84,000 fallecen. Ante una enfermedad de gran impacto, los ensayos clínicos destacan como una de nuestras mejores oportunidades para continuar la investigación y desarrollo de terapias que permitan mejorar el pronóstico de salud de millones de personas.
Desde 2005, cada 20 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Ensayos Clínicos, fecha elegida en honor a James Lind, médico escocés quien en 1747 inició un ensayo clínico que sentó las bases para la investigación clínica moderna. Gracias a esta actividad, hoy somos testigos de las enormes contribuciones a la salud pública, al avance médico y a la mejora de resultados en salud no solo para el cáncer, sino para un gran número de áreas terapéuticas.
“En Bristol Myers Squibb celebramos este día destacando que, a lo largo de estos 75 años de presencia en México, nos enorgullece ser una de las compañías líderes en México en investigación y desarrollo. Actualmente contamos con cerca de 300 pacientes que participan en más de 50 ensayos clínicos en diversas áreas terapéuticas, tales como: oncología, inmunología, cardiovascular, hematología y fibrosis en 80 diferentes sitios de investigación públicos y privados alrededor de toda la República Mexicana, siendo de las pocas empresas que tiene equipos de Investigación y Desarrollo (I&D) en instalaciones del IMSS desde hace 10 años”, indicó el Dr. José Manuel Celaya, Director Médico de Bristol Myers Squibb México.
Tan solo en los últimos años hemos observado un cambio radical en la oncología a nivel mundial, los nuevos fármacos y esquemas de tratamiento se incorporan con mayor rapidez a la práctica cotidiana en comparación con décadas pasadas.5 Algunos de estos cambios contemplan un mayor conocimiento de los tipos de este padecimiento y de sus diferentes subtipos moleculares, la innovación en los tratamientos dirigidos, la inmunoterapia y las terapias combinadas. Con ello se ha logrado mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de algunos de los tumores más frecuentes, alcanzando cifras de supervivencia que eran impensables hace unos años.
Estas novedosas terapias se desvinculan de los métodos preexistentes de abordaje del cáncer. Ahora contamos con terapias dirigidas que atacan directamente a la alteración molecular propia del tumor, sin atacar al resto del organismo, mientras que la inmunoterapia se dirige a reforzar el sistema inmunitario del paciente con este padecimiento. Mediante este tipo de herramientas biotecnológicas, la innovación médica nos permite dar grandes pasos en la lucha contra esta enfermedad.
Ahora bien, como parte de los proyectos de investigación y desarrollo más recientes de Bristol Myers Squibb, destaca la terapia celular CAR-T, una innovadora estrategia en donde al paciente se le extrae sangre seleccionando sus linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos. Tras ser modificados genéticamente en el laboratorio para que con el nuevo receptor insertado identifiquen y destruyan las células del cáncer, se le vuelven a infundir a esa misma persona en forma de medicamento celular. Dicha terapia se perfila como una opción para muchos pacientes de cánceres hematológicos; entre ellos, diversos tipos de linfoma, mieloma, para los que los tratamientos convencionales ofrecían una esperanza de vida muy corta.
Hoy, gracias a los ensayos clínicos y al uso de tecnología médica, podemos seguir explorando nuevas posibilidades de tratamientos para ofrecer a los pacientes y profesionales de la salud que tratan con el cáncer a diario. No solo en temas como el diagnóstico, el análisis de su impacto o las terapias, sino en todos los aspectos en los que el cáncer afecta la vida del paciente y sus cuidadores. Muchas de estas herramientas tecnológicas ya están marcando la diferencia, por lo que es importante que a nivel gobierno e iniciativa privada se destinen recursos para que haya más investigación en esta área.
“Para Bristol Myers Squibb es muy importante trabajar de cerca con las instituciones de salud para poder introducir más ensayos y asegurar el acceso a las terapias. Tan solo en los últimos 5 años hemos invertido más de 60 millones de dólares en el país en I&D, y tenemos el firme compromiso de continuar nuestros esfuerzos en el área de Investigación Clínica, con el propósito de ofrecer dichas innovaciones a las personas que las necesitan, pues se traducen en más y mejores oportunidades de una vida saludable, plena y con bienestar para la población”, finalizó el Dr. Celaya.