El origen del covid-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, sigue siendo una de las interrogantes sin responder hasta la fecha.
USA, 26 de mayo 2021.- A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró la semana pasada una caída del 14% en los casos mundiales de covid-19, la pandemia se mantiene, y conocer el origen de la enfermedad ayudaría a «tomar medidas colectivas para reducir el riesgo de que esto vuelva a suceder», señaló en marzo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
El tema ha estado en el debate público sobre todo desde inicios de 2021, cuando un equipo de la OMS viajó a China para investigar el origen del covid-19.
Desde entonces, las dudas y la necesidad por realizar más investigaciones solamente han crecido. Esto es lo que sabemos hasta el momento.
Equipo de la OMS para investigar los orígenes del covid-19
El pasado 14 de enero, un equipo de la OMS conformado por 17 científicos (originalmente entraron menos debido a pruebas fallidas de covid-19) llegó a China para investigar el origen de la enfermedad.
La misión de los científicos terminó en febrero. Ese mismo mes, el investigador que lideró el equipo de la OMS le dijo en exclusiva a CNN que se descubrieron indicios de que el brote fue mucho más amplio en Wuhan —ciudad donde se registraron los primeros casos de la enfermedad— en diciembre de 2019 de lo que se pensaba anteriormente.
Lo anterior indicaba una lenta aparición de datos sobre el covid-19, lo que se sumó a las inquietudes expresadas por otros científicos que estudian los orígenes de la enfermedad sobre que esta pudo haberse propagado en China mucho antes de su primera aparición oficial al 8 de diciembre.
El reporte extenso tras el viaje del equipo de la OMS
El 30 de marzo, la OMS publicó un informe final de 120 páginas que fue resultado del viaje a China y también del trabajo de otras instituciones.
En general, el informe fue escrito por un equipo internacional conjunto formado por 17 expertos chinos, además de 17 expertos de otros países, la OMS, la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN), y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) participó como observadora.
Hubo diversos hallazgos, pero el informe destacó cuatro posibles fuentes del virus:
Transmisión directa de una fuente animal, descrita como «desbordamiento».
A través de un huésped animal intermedio que fue infectado por un murciélago, seguido de un desbordamiento.
Por medio del consumo de alimentos congelados o refrigerados.
Escape accidental de un laboratorio.
El informe señaló que el desbordamiento directo se considera una «vía de posible a probable», mientras que la introducción del virus a través de un huésped intermedio se considera que es una «vía de probable a muy probable».
En cuanto a la introducción a través de alimentos congelados o refrigerados, el informe consideró esta teoría como una «vía posible»; en tanto, a la introducción a través de un incidente de laboratorio se le calificó como «una vía extremadamente improbable».
A pesar de los grados de probabilidad de cada teoría, Tedros comentó que, «en lo que respecta a la OMS, todas las hipótesis siguen sobre la mesa».
«Este informe es un comienzo muy importante, pero no es el final. Aún no hemos encontrado la fuente del virus, y debemos continuar siguiendo la ciencia y no dejaremos piedra sin remover. Ningún viaje de investigación puede proporcionar todas las respuestas», añadió.
Se reaviva el debate
Las discusiones alrededor del tema se mantuvieron relativamente en calma desde el reporte de marzo hasta hace un par de días que se informó sobre posibles enfermedades de investigadores de China, las cuales habrían ocurrido antes del primer caso oficial del 8 de diciembre.
Un informe de inteligencia de Estados Unidos encontró que varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan en China se enfermaron en noviembre de 2019 y tuvieron que ser hospitalizados, lo que da nuevos detalles sobre la gravedad de sus síntomas que podrían avivar el debate sobre los orígenes de la pandemia de covid-19.
Una hoja informativa del Departamento de Estado publicada por el Gobierno de Trump en enero decía que los investigadores se enfermaron en otoño de 2019, pero no llegaron a decir que habían sido hospitalizados.
Esto concuerda en cierta forma con la exclusiva de CNN de febrero en la que se dieron a conocer indicios de un brote más extenso de covid-19 al reportado oficialmente, que abarcaría incluso los meses de octubre y noviembre de 2019.
Sobre el informe de inteligencia, el director del Laboratorio Nacional de Bioseguridad de Wuhan dijo a medios estatales chinos que las afirmaciones eran «una completa mentira».
La controversia de Fauci
Ya en diversas ocasiones, el Dr. Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas de EE.UU., ha dicho que la teoría de que el covid-9 provino de un laboratorio en China es solo una de otras que existen, las cuales son apoyadas por la mayoría de la gente.
A finales de marzo, Fauci comentó sobre las declaraciones del Dr. Robert Redfield, exdirector de los CDC, quien dijo que creía que el nuevo coronavirus había sido creado en un laboratorio en China y luego salió de ahí, no necesariamente de forma intencional.
Fauci señaló que esto únicamente se trataba de una opinión.
Sin embargo, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos se colocó en los reflectores por declarar que no está convencido de que el covid-19 se haya generado de forma natural.
«Ciertamente, las personas que investigaron en China dijeron que probablemente fue la transmisión directa de una fuente animal que luego infectó a los individuos, pero podría haber sido algo más, y tenemos que averiguarlo. Así que esa es la razón por la que dije que estoy perfectamente a favor de cualquier investigación que busque el origen del virus», agregó.
Estos comentarios se realizaron desde el 11 de mayo, pero apenas relucieron en los medios desde el 24 de mayo, a la par del informe de inteligencia.
Datos que se pasaron por alto
Y llegamos al 25 de mayo con lo más reciente del debate sobre el origen del covid-19.
Datos chinos previamente pasados por alto sobre el análisis exhaustivo de animales para detectar el coronavirus en el momento en que estalló la pandemia se encuentran entre varias áreas identificadas para un estudio adicional por parte de los científicos de la OMS que investigan los orígenes del covid-19, dijo a CNN una fuente cercana al equipo.
La fuente dijo que los registros están contenidos en un anexo de casi 200 páginas publicado junto al informe de marzo del panel de la OMS que recibió poca atención entre los expertos mundiales en un primer momento.
Pero los datos que ahora provocan atención pueden agregar peso a los llamados de los críticos de China para que exista una mayor transparencia y al deseo del equipo de la OMS de regresar al país para realizar más estudios.
Aún no se fija una fecha para el regreso del equipo a China, pero la fuente dijo que cualquier visita futura al país puede involucrar a «grupos más pequeños que apoyen estudios específicos primero».
Por otra parte, un grupo más grande, similar al de los 17 expertos internacionales que realizaron la visita en enero, podría hacer un seguimiento, agregó la fuente.
¿Qué hay en esta información que pasó desapercibida?
El anexo del informe de la OMS contiene múltiples datos que brindan una perspectiva intrigante sobre la evolución en China del conocimiento sobre el virus y el momento probable de su aparición.
El reporte proporciona detalles del almacenamiento y destrucción por parte de China de muestras positivas de covid-19 de seres humanos; un brote importante de influenza que surgió en diciembre de 2019, al mismo tiempo que el virus.
Además, la revelación de que las primeras personas que se sabe que contrajeron el virus tuvieron contacto con un total de 28 mercados separados de alimentos y animales en diciembre.