ESPAÑA, 26 diciembre 2021.- La inhibición de esta molécula reduce la acumulación de lípidos en la cavidad abdominal y el aumento de
peso, a la vez que normaliza la composición de la microbiota intestinal. Este estudio, realizado en ratones, podría facilitar el desarrollo de mejores tratamientos contra esta enfermedad.
La obesidad provocada por lo que comemos se ha convertido en una epidemia en todo el mundo. Casi el 40 % de la población adulta tiene esta enfermedad o sobrepeso, lo que conlleva un aumento de la mortalidad así como de la susceptibilidad de sufrir más de un trastorno a la vez. Además, está estrechamente relacionada con el riesgo de desarrollar cáncer.
A día de hoy, todavía se desconocen gran parte de los mecanismos implicados en los efectos perjudiciales de esta patología, lo que dificulta disponer estrategias terapéuticas viables o desarrollar nuevos tratamientos para combatirla.
Ahora, investigadores del grupo de Control traduccional de la enfermedad hepática y el cáncer del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi Sunyer (IDIBAPS), dirigido por Mercedes Fernández-Lobato, han identificado la proteína CPEB4 como una potencial diana terapéutica contra la obesidad.
Según los resultados publicados en la revista Molecular Metabolism, una alimentación rica en grasas aumenta la expresión de CPEB4 en el tejido adiposo de humanos y ratones. Esto activa un conjunto de genes implicados en la expansión de las células adiposas, la inflamación y el aumento de la grasa corporal.
Además, CPEB4 contribuye a la alteración de la microbiota intestinal asociada a la obesidad, ya que incrementa la proporción de especies bacterianas consideradas patológicas. Sin embargo, su eliminación en ratones inhibe la diferenciación de los adipocitos.
Mejores tratamientos contra la obesidad
Asimismo, también reduce la acumulación de lípidos en la cavidad abdominal, la inflamación del tejido adiposo, y el aumento de peso, aunque los animales reciban una dieta rica en grasas. Por último, la ausencia de la proteína normaliza la composición de la microbiota y favorece la presencia de bacterias que protegen a la barrera intestinal.
“Nuestro trabajo revela la existencia de un circuito regulador del proceso de traducción del ARN a proteínas, dirigido por CPEB4, hasta ahora desconocido”, explica Fernández-Lobato.
“Esto supone una novedad importante, ya que a día de hoy la investigación se centra principalmente en el paso previo, es decir, la síntesis del ARN a partir del ADN. Así, nuestros resultados promueven un cambio de paradigma hacia el control traduccional, que puede abrir nuevas vías de investigación para desarrollar mejores tratamientos contra la obesidad”, añade la investigadora.
El estudio, firmado por Núria Pell como primera autora, supone un primer paso adelante que permitirá al grupo profundizar y entender los mecanismos que aumentan el riesgo de padecer cáncer de hígado en personas obesas.