México, 3 de febrero de 2022.-– La terapia consiste en utilizar un medicamento vivo elaborado con las células propias de cada paciente. Luego de una modificación genética, las células T combaten eficazmente contra aquellas cancerosas
Hace una década Bill Ludwig y Doug Olson estaban gravemente enfermos porque sufrían un tipo de leucemia que ya no respondía a los tratamientos. Ambos fueron los primeros en someterse a la que entonces era una nueva terapia celular llamada CAR-T, que los mantuvo durante diez años recuperados.
Un estudio publicado el miércoles (02.02.2022) por la revista Nature recoge los detalles sobre la mayor persistencia de la terapia CAR-T registrada hasta la fecha contra la leucemia linfocítica crónica (LLC), y muestra que estas células siguen siendo detectables diez años después del tratamiento con remisión sostenida.
La terapia de células T receptoras de antígenos quiméricos (CAR) es un medicamento vivo fabricado para cada paciente a partir de sus propias células. Se trata de recoger los linfocitos T, que forman parte del sistema inmunitario, modificarlos mediante ingeniería genética en el laboratorio y volver a administrarlos al enfermo para que ataquen de forma más efectiva el cáncer.
El fármaco que les alargó la vida
Cuando hace diez años fueron los primeros en participar en un ensayo clínico en la Universidad de Pensilvania (EE.UU), Olson llevaba enfermo desde 1996 y Ludwig desde 2000. Su estado era muy complicado y se quedaban sin opciones de supervivencia. Sin embargo, el novedoso tratamiento erradicaría su leucemia en fase terminal el mismo año de su aplicación e inauguraría una nueva era de medicina altamente personalizada.
"Esta remisión a largo plazo es notable, y ser testigo de que los pacientes viven sin cáncer es un testimonio de la tremenda potencia de este ‘fármaco vivo' que actúa eficazmente contra las células cancerosas", dijo Joseph Melenhorst, de la Universidad de Pennsilvania y autor principal del estudio.
Un tratamiento pionero
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es el primer cáncer en el que se estudiaron y utilizaron las células CAR-T y el tipo más común de leucemia en adultos. Con los años, el tratamiento ha mejorado, pero se trata de una enfermedad incurable con los enfoques estándar y los pacientes pueden volverse resistentes a la mayoría de las terapias.
Los investigadores observaron la evolución de las células CAR-T a lo largo del tiempo, con la aparición de una población de linfocitos CD4+ altamente activados que se convirtió en dominante en ambos pacientes. Estos linfocitos CD4+ demostraron características de destrucción de células tumorales y proliferación continua, lo que constituye "un sello distintivo de la eficacia de las células CAR-T contra el cáncer: su intensa capacidad para sobrevivir y prosperar dentro del organismo", indicó la Universidad de Pensilvania.
Uno falleció por Covid-19 y el otro corre maratones
En la actualidad, Olson sigue gozando de una buena salud e incluso corre medias maratones, pero Ludwig falleció a comienzos de 2021 debido a las complicaciones generadas por el Covid-19.
"Ahora mismo estoy muy bien. Sigo estando muy activo. Estuve corriendo medias maratones hasta 2018. Esto es una cura", explicó Olson, antiguo centífico de 75 años, que vive en Pleasanton, California.
Esta terapia ha sido "extremadamente eficaz para leucemias y linfomas específicos y esperamos continuar nuestros esfuerzos en estos cánceres al tiempo que estudiamos su impacto en los tumores sólidos con la investigación en esta área para ver un mayor desarrollo en los próximos años", destacó otro de los autores de la investigación, David Porter.
La universidad ha comenzado a probar las células T de próxima generación en más cánceres de la sangre, incluidos los linfomas, y contra los desafiantes cánceres de tumores sólidos.