-Qué puedes hacer para que tu comida sepa bien
EEUU, 18 de agosto 2022: Pensándolo bien, quizá sea mejor no pasar la sal. Agregar sal a tu comida en la mesa se asocia con una menor esperanza de vida y un mayor riesgo de muerte prematura, según un nuevo estudio.
El estudio analizó a más de 500.000 personas en el Biobanco del Reino Unido que respondieron un cuestionario entre 2006 y 2010 sobre sus hábitos de uso de la sal y la frecuencia con la que la añadían a sus alimentos. Antes de comenzar a revisar todas tus recetas favoritas ten en cuenta esto: los investigadores solo observaron la cantidad de sal que se agregaron DESPUÉS de que cocinaron las comidas en cuestión, según los hallazgos publicados en el European Heart Journal en julio.
Los investigadores dieron seguimiento a los participantes unos nueve años después y descubrieron que cuanta más sal añadían las personas a sus comidas, mayor era su probabilidad de muerte prematura. Sin embargo, las personas que consumen altos niveles de sal podrían reducir su riesgo al comer más frutas y verduras, según el estudio.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que los adultos no consuman más de 2.300 miligramos de sal por día, pero señala que el "límite ideal" es de 1500 miligramos de sal por día. Consumir demasiada sal puede elevar la presión arterial, lo que a su vez puede provocar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales, dijo la asociación cardíaca.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido recomienda que los adultos limiten su consumo de sodio a una cucharadita de sal al día.
Hay un largo historial de investigaciones científicas que muestran que una dieta rica en sal es riesgosa, pero este estudio agrega un nuevo nivel de precaución contra agregar más a su plato, dijo el autor principal del estudio, Lu Qi, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans.
"Se necesita más evidencia, especialmente de ensayos clínicos, antes de que el público tome alguna medida", dijo. "Sin embargo, nuestros hallazgos están en línea con los estudios previos que muestran consistentemente que el alto consumo de sodio está relacionado negativamente con varios resultados de salud como la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares".
Así puedes ir más lejos para reducir el consumo de sal
Incluso si no agregas sal a tu propio plato, es posible que estés consumiendo más sodio del que deberías.
Un metanálisis de 2020 de 133 ensayos clínicos aleatorios sobre la reducción del consumo de sal encontró pruebas sólidas de que reducir el sodio en la dieta redujo la presión arterial en personas con hipertensión existente, e incluso en aquellas que aún no estaban en riesgo.
¿Uno de los principales culpables de los altos niveles de sodio en nuestra dieta? Alimentos manufacturados, que a menudo usan sal para dar sabor, textura, color y conservación. Más del 70% del sodio que comen los estadounidenses proviene de lo que la industria alimentaria agrega a los productos que luego se compran en tiendas o restaurantes, según la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés).
"La mayoría de mis pacientes no agregan sal en la mesa, pero no se dan cuenta de que los panecillos, las verduras enlatadas y las pechugas de pollo se encuentran entre los peores culpables (del alto contenido de sodio) en EE.UU.", dijo el Dr. Stephen Juraschek, profesor asistente en la Escuela de Medicina de Harvard que investiga el sodio y la hipertensión.
Juraschek no participó ni en el estudio Biobank ni en el metanálisis de 2020.
Pero la sal hace que todo sepa tan bien, puedes estar pensando.
Sin embargo, existen estrategias para mantener un paladar vibrante y crear platos atractivos con menos sal, dijo Carly Knowles, dietista registrada que también es chef privada, doula licenciada y autora del libro de cocina "The Nutritionist's Kitchen".
Knowles recomienda cocinar en casa —donde se tiene más control sobre el salero mientras se prepara la comida— más a menudo, leer los ingredientes de los productos, sustituirlos por mezclas de hierbas y especias sin sal y centrar la dieta en alimentos mínimamente procesados.