¿El agua embotellada es mejor que la del grifo?
De acuerdo con la BBC, los mexicanos prefieren consumir agua embotellada y aunque pudiera tener algunos pros, no todo es “miel sobre hojuelas”.
De acuerdo con la Conagua (Comisión Nacional del Agua), la cobertura de agua en el país es del 92.3%, lo que significa que sí llega el agua a la mayor parte del país. Es importante mencionar que en áreas rurales la cobertura es del 81% (en zonas urbanas es del 95.4%), entendiendo que hay familias que tienen menor acceso al agua.
De acuerdo con datos de la consultora Euromonitor, México fue el principal consumidor de agua embotellada en 2014. Esto puede deberse a que mayor parte de la población no confía en que el agua que llega al grifo sea realmente potable. El problema es la amenaza que este dato implica para el medio ambiente.
La invasión de los microplásticos
El plástico en el que se embotella el agua es principalmente PET (tereftalato de polietileno), el cual es un plástico de un solo uso. Este tipo de plásticos se llaman así, ya que al utilizarse varias veces se comienzan a descomponer y pueden emanar sustancias dañinas para el organismo, por lo que se crean con el fin de utilizarse sólo una vez. Estos plásticos son generalmente difíciles y caros para reciclar, por lo que, aunque se está comenzando a hacer, el impacto ambiental y económico sigue siendo alto.
Este tipo de plásticos se descomponen o rompen en microplásticos. Se les llama así a los plásticos que miden menos de cinco milímetros de tamaño, aunque la mayoría son más pequeños. Estos plásticos han terminado dentro de animales que se consumen por los humanos y se han encontrado en muestras de heces humanas y hasta en la sangre.
Ya sea en esta presentación pequeña o en su forma original (botella, garrafón, o cualquier otra), también terminan en el mar, por lo que, gracias a las diferentes corrientes, se han formado islas de basura gigantescas. Estas islas están compuestas principalmente por plásticos.
¿El agua embotellada es mejor que la del grifo?
Aunque el agua embotellada tiene la gran ventaja de ser muy útil en una emergencia, lo cierto es que es muy grande la desventaja que tiene al ser una amenaza para el medio ambiente. El agua del grifo, incluso en México, está limpia y lista para utilizarse para la limpieza del hogar, higiene, e incluso preparación de alimentos. Lo mejor es tener un purificador de agua, de forma que se asegure que el agua para beber esté libre de contaminantes. Los más comunes contienen filtros, o hacen un proceso por ósmosis inversa que retienen microorganismos como virus y bacterias que puedan causar enfermedades. El más común que es el carbón activado retiene partículas en sus poros microscópicos.
Otra de las principales preocupaciones con el agua de grifo es el sabor. La mayoría de las personas que prefieren el agua embotellada coinciden que el agua de grifo tiene un sabor y olor a cloro. Este fenómeno se da ya que el agente desinfectante que más se utiliza durante el proceso de potabilización es el cloro. Algunas veces se utiliza ozono, e incluso rayos ultravioleta, aunque son menos comunes. Los purificadores de agua, sobre todo con filtros de carbón activado y plata coloidal ayudan a quitar este olor y sabor a cloro del agua, además de cualquier otro que pueda contener.
El agua de grifo purificada es definitivamente la mejor opción para beber. El agua embotellada lleva un proceso muy parecido al de potabilización, aunque no siempre se sabe qué proceso de purificación se utiliza. Por otro lado, el agua purificada es más económica y no crea desechos plásticos dañinos para el ambiente.