China, 09 de octubre 2022: Un estudio realizado en China postuló que la felicidad y la compañía tienen un impacto significativo en la edad biológica de
las personas. Según estos expertos, la vejez no se explica sólo con factores físicos
En la vorágine de la vida cotidiana atravesamos momentos alegres y tristes casi sin distinción ni transición. En ese contexto, es casi inevitable sentir el efecto de los problemas que se nos presentan reflejado en preocupaciones o, en casos más graves, en cuadros de ansiedad, de depresión o de estrés. En contrapartida, la felicidad también es percibida en múltiples beneficios como el bienestar emocional. Es que aunque se tienda a pensar que se trata solo de pensamientos o de la psiquis, tanto lo bueno como lo malo influye en nuestro organismo en todo sentido. Ahora, un estudio científico realizado en China encontró que los sentimientos tienen un impacto significativo en la edad biológica de la persona, que es un indicador del estado general de salud.
El trabajo fue realizado por la Universidad de Stanford, por la Universidad China de Hong Kong y por el Instituto Buck para la “Investigación sobre el Envejecimiento”. “Utilizando información de una base de datos pública, hemos demostrado que el envejecimiento del organismo no solo está determinado por factores físicos sino que también, hasta cierto punto, se encuentra afectado por el estado mental y por el estatus social”, indicaron los expertos en la publicación.
Los científicos usaron inteligencia artificial para monitorear cambios psicológicos y biológicos en el marco de lo que denominaron “reloj de envejecimiento”. ¿De qué se trata? De modelos estadísticos para medir la edad biológica -el envejecimiento del organismo- y diferenciarla de la edad cronológica -relacionada a la fecha de nacimiento-. “Con este mecanismo demostramos que los factores psicológicos, como sentirse infeliz o sentirse solo, le suma más de un año a la edad biológica”, detallaron. Y por el contrario, encontraron que el apoyo “emocional de una pareja o de un amigo mejora significativamente la satisfacción con la vida y, por lo tanto, disminuye la tasa de envejecimiento”.
- Una distinción difusa
Infobae observó los resultados de este estudio junto a Germán Picciochi (MN 161114), médico especializado en psiquiatría, neuropsiquiatría y neurología cognitiva. “El trabajo de estos científicos nos invita a reflexionar sobre el impacto que tiene nuestro bienestar psíquico en el cuerpo y, por ende, en nuestro ritmo de envejecimiento. La interpretación más lineal es que el estatus psíquico de las personas de alguna manera condiciona a las variables biológicas que rigen en nuestros cuerpos”, consideró el profesional.
En ese orden de cosas, Picciochi ejemplificó: “Si vos estás atravesando una situación de estrés crónico, tenés una tasa elevadísima de cortisol. Esto te condiciona la calcificación de las arterias, te eleva la presión, te aumenta la grasa en el hígado y te predispone a tener diabetes. ¿Cómo no se va a acortar el reloj biológico?”. Al mismo tiempo, lamentó: “Se suele considerar con desagrado la concepción de que el psiquismo, la conciencia o la mente están fundadas en procesos bioquímicos.
Según este especialista, “la distinción entre la entidad psíquica y la corpórea es muy difusa. Por lo tanto, la conciencia, nuestras conciencias y nosotros mismos somos una de las grandes respuestas a descifrar: el psiquismo -de una naturaleza inmaterial- condiciona al cuerpo -de naturaleza material-”.
- Enfocarse en la felicidad
Así las cosas, esta evidencia científica muestra que los sentimientos influyen en el envejecimiento. Por lo tanto, los especialistas invitan a poner el foco en la felicidad y en los aspectos positivos de la existencia para que el reloj corra un poco más lento. “El envejecimiento aparece como el resultado del paso del tiempo. La vejez es el futuro: el imaginario colectivo está en el final del tiempo. Entonces, por lógica, para no envejecer de manera acelerada, tendríamos que permanecer en el presente y dejar de correr hacia un futuro que todavía no llega”, consideró en diálogo con Infobae la psicóloga Florencia Cereseto.
En segundo término, Cereseto sugirió: “El contexto nos atraviesa pero no nos define. Hay que priorizar lo que de verdad nos importa y al resto, dejarlo. Bajar la presión de la autoexigencia y tolerar la verdad de que no podemos con todo. Debemos aceptar el paso del tiempo para no envejecer y amigarnos con la idea de la finitud de la vida. Dejemos que haya espacio para el disfrute. Conectemos con lo prioritario y con lo realmente valioso; porque esto nos abre paso para el goce mismo de estar vivos y, así, nos devuelve algo de lo lúdico, de la alegría y de la niñez”.
Las conclusiones del estudio científico analizado anteriormente van de la mano con las sugerencias de Cereseto. “La promoción de la salud mental puede considerarse una posible intervención antienvejecimiento. Los hallazgos de este equipo respaldan aún más la necesidad de compañía y de un entorno psicológicamente agradable para una longevidad saludable”.