España, 18 de abril 2023—A pesar de la alta prevalencia de la polineuropatía diabética dolorosa (PNDD),
el 64 % de las personas con diabetes afirma tener poco o ningún conocimiento sobre esta complicación.
Dada la relevancia que tiene en el impacto de la calidad de vida los pacientes, la Federación Española de Diabetes (FEDE) destaca la importancia de dar prioridad al abordaje temprano de esta patología, que se ha materializado en una nueva edición de la campaña “¿A qué duele?”.
“La polineuropatía diabética dolorosa es la más común de las neuropatías. Supone el 75 % de las neuropatías diabéticas y se define como la presencia de síntomas o signos de disfunción de nervios periféricos. Al menos un 50 % de las personas con diabetes la padecen tras diez años de evolución”, explica Carlos Miranda, coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
La campaña cuenta con el apoyo de la compañía farmacéutica Grünenthal y el aval de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española del Dolor (SED).
-¿Cómo se manifiesta la polineuropatía diabética dolorosa?-
Según Miranda, la PNDD suele manifestarse como una percepción anómala del dolor. Es decir, la respuesta dolorosa a estímulos que normalmente no deberían producir dolor, como el roce de una sábana o de los calcetines.
En esta misma línea, el doctor Hermann Ribera, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española del Dolor y Jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, aclara que se trata de dolores neuropáticos de origen nervioso y lo más frecuente es que afecte a las extremidades inferiores, concretamente, los pies.
Sin embargo, en algunos casos puede afectar también a las palmas de las manos y las yemas de los dedos.
“Los pacientes tienen afectados los nervios más periféricos debido a la falta de vascularización correcta y tienen dolores neuropáticos por la lesión de esos nervios”, indica Ribera.
Esos dolores neuropáticos son distintos a los habituales y los pacientes pueden sentir:
- Hormigueos.
- Calambres.
- Quemazón.
- Pinchazos.
- Picores.
-Los impedimentos de los pacientes de PNDD-
“Cuando el dolor es moderado e intenso puede afectar a su estado anímico en forma de depresión, de tristeza, pero también a su capacidad funcional a la hora de deambular y hacer actividades físicas habituales. Además, puede llegar a limitar la deambulación y por lo tanto, afectar la calidad de vida de forma severa”, subraya el experto de la SED.
En este sentido, la representante de la FEDE, María José Salmerón, añade que uno de los principales problemas de estos pacientes es que no pueden llevar una vida normal ni desarrollar acciones cotidianas como por ejemplo, en muchos casos, conducir, trabajar o dar un simple paseo.
-¿Cómo se trata esta complicación?-
Para aliviar el dolor causado por la polineuropatía diabética dolorosa, el doctor Ribera señala tres líneas de actuación:
1. Tratamiento tópico con medicamentos: la capsaicina tópica y la lidocaína tópica en parches.
2. Fármacos antidepresivos y anticonvulsivantes: tienen un efecto bloqueante de los mecanismos de acción del dolor neuropático.
3. Tratamientos con neuroestimulación medular: consiste en la colocación de electrodos en el espacio epidural y la conexión a una especie de marcapasos mediante cirugía.
A pesar de ser una patología que no desaparece con el paso del tiempo, se puede convivir con ella mediante los tratamientos mencionados.
“El tratamiento farmacológico suele ser bastante eficaz y normalmente permite a los pacientes llevar una vida más o menos normal”, puntualiza el especialista del dolor.
-Abordaje temprano para mejorar la calidad de vida-
La guía “¿A qué duele?” de la FEDE muestra cómo abordar de manera temprana la PNDD puede influir notablemente en la mejora de la calidad de vida de estos pacientes:
- Disminuye su impacto en la vida cotidiana. El 49 % del las personas que conviven con esta patología cree que el dolor afecta negativamente en sus actividades diarias, impidiendo entre otras cosas, que puedan caminar con normalidad.
- Evita el deterioro de la calidad del sueño. El dolor nocturno causado por esta patología dificulta el descanso de hasta el 96 % de los pacientes.
- Mejorar la salud emocional. Debido a las implicaciones del dolor, hasta el 72 % de los pacientes presenta síntomas de ansiedad o depresión.
- Aumenta el bienestar general. Las personas con PNDD obtienen una puntuación menor en las escalas de medición de calidad de vida que los pacientes que no han desarrollado esta complicación.