UE, 28 de junio 2023—El COVID-19 ha dejado de ser una emergencia de salud pública mundial y la población
en general ha dejado de sentirse amenazada por el coronavirus; sin embargo, la enfermedad no ha desaparecido y sigue ocasionando decesos, detonando otros padecimientos y causando otros daños en millones de pacientes cuando se transforma en COVID de larga duración, alertó este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El director regional para Europa de la OMS informó que sólo en ese continente, el COVID provoca cerca de mil muertes a la semana, aunque aclaró que esta cifra puede estar debajo de la realidad puesto que los países han dejado de notificar regularmente esas defunciones a la agencia de salud de la ONU.
Hans Henri Kluge recordó que el COVID-19 también detonó una epidemia de enfermedades no transmisibles como el cáncer, los padecimientos cardiovasculares, la diabetes y los males pulmonares crónicos, y agregó que esas enfermedades son causa del 75% de la mortalidad en Europa.
:.: Aún no se sabe mucho del COVID :.:
El experto en salud subrayó que el COVID sigue siendo una condición compleja de la que aún se sabe muy poco y para ilustrarlo citó que en Europa casi 36 millones de personas habrían padecido COVID prolongado en los primeros tres años de la pandemia.
“Eso es aproximadamente uno de cada 30 europeos. Uno de cada 30 que todavía puede tener dificultades para volver a su vida normal. Uno de cada 30 que puede estar sufriendo en silencio y quedándose atrás mientras otros superan la enfermedad”, dijo.
Kluge indicó que la OMS está trabajando en la concienciación de esta difícil condición, pero recalcó que todavía hace falta mucho trabajo para poder entenderla.
“El COVID prolongado continúa siendo un punto ciego en nuestro conocimiento que debemos despejar con urgencia”, enfatizó, explicando que mientras no se desarrollen diagnósticos y tratamientos integrales para el padecimiento, no se podrá hablar de una recuperación real de la pandemia.
En este sentido, llamó a hacer más labor de investigación y urgió a la personas a vacunarse contra el COVID-19, además de recalcar que se trata de una afección que requiere garantizar una atención sanitaria y de social amplia a todos los pacientes.
::: La importancia de la vacuna :::
Pero en última instancia, la mejor manera de evitar un COVID prolongado es evitar el COVID-19, apuntó, insistiendo en la necesidad de vacunar a las poblaciones vulnerables, los ancianos, las personas con condiciones médicas subyacentes y las que padecen enfermedades autoinmunes.
“Deberíamos garantizar una cobertura de vacunación de al menos el 70% para estos grupos, incluidas las dosis de refuerzo primarias y adicionales”, especificó.
Tras afirmar que el COVID-19 sigue afectando desproporcionadamente a los más débiles y vulnerables, sostuvo que las soluciones simples pueden ayudar a reducir la carga de las enfermedades no transmisibles y combatir la próxima pandemia, cuando ésta llegue.
“Los que tenemos los medios y la oportunidad podemos, por ejemplo, hacer 25 minutos de ejercicio moderado al día, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol y limitar la ingesta de sal”, acotó.
::: Resurgimiento del mpox :::
En un mensaje de video, Kluge también habló del reciente resurgimiento de las infecciones de mpox en Estados Unidos, el Reino Unido, España, Bélgica y los Países Bajos.
Refirió que la región europea documentó 22 nuevos casos en mayo, un número que si bien parece bajo, muestra que el virus continúa circulando en el continente, afectando en especial a los hombres que tienen sexo con hombres, “y podríamos ver un resurgimiento”, advirtió.
Para detener el avance del virus, instó a los grupos de riesgo a vacunarse, a limitar el contacto con personas que tengan síntomas y a evitar el contacto físico cercano, incluido el contacto sexual, con alguien que tenga mpox.
Kluge enfatizó que los países deben proteger del mpox a todas las personas en riesgo, sin ningún tipo de discriminación.
El director regional de la OMS para Europa finalizó su declaración exhortando a los países europeos a cambiar los enfoques colectivos, a asignar recursos suficientes y a fortalecer los comportamientos a nivel individual con respecto a tres emergencias sanitarias: el COVID-19, el mpox y el calor extremo que asola a la región.