ESPAÑA, 13 de noviembre 2024 ::: “Existen múltiples causas por las que se puede caer el pelo de la cabeza,
pero es la alopecia androgenética (AGA) el origen de la mayoría de casos de calvicie tanto en hombres como en mujeres”, subraya el Dr. Eduardo López Bran, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos
Existen alrededor de 150 tipos de alopecia y para averiguar el origen certero de cada calvicie el dermatólogo deberá contar previamente con un historial clínico detallado y minucioso del paciente, además de haber efectuado una exploración tricológica concienzuda.
La causa más frecuente de pérdida de pelo en el cuero cabelludo, donde solemos lucir entre 100.000 y 150.000 bulbos, es la alopecia androgenética, que se ocasiona por la predisposición genética o por la alteración hormonal andrógena.
En los hombres, la calvicie común generalmente se inicia en la región frontotemporal con los clásicos golfos o entradas. A continuación afecta a la coronilla.
Todavía permanecerá una banda de pelo que separa ambas zonas de la cabeza hasta que en fases más avanzadas quedará afectada toda la parte superior del cuero cabelludo.
En las mujeres, el patrón evolutivo se produce a nivel de la línea media de la parte superior del cuero cabelludo, conservando incluso en estadios avanzados la línea de implantación o línea de implantación frontal.
Esta calvicie común es un trastorno dinámico y progresivo de la caída del cabello: su incidencia aumenta con la edad, afectando al 80% de la población masculina caucásica, un 30-50 % antes de cumplir los cincuenta años de edad.
En las mujeres se observa una prevalencia similar, pero estas cifras se rebajan, con una incidencia menor del 5% al 10% en las mismas edades.
“La alopecia androgenética o calvicie común es un problema dermatológico aparentemente leve, pero llega a ser una patología grave al afectar no sólo a la calidad de vida de l@s pacientes, sino a su autoestima… De ahí los vínculos con la ansiedad y la depresión”, señala.
“Además, aquellos que hemos tenido la mala suerte de perder el pelo de manera muy precoz, quedándonos sin una protección física natural frente a la radiación solar, tenemos muchas más probabilidades de desarrollar tumores en la piel del cuero cabelludo”, advierte.
::: ¿Y qué abanico terapéutico se puede desplegar frente a la alopecia androgenética o calvicie común?
“Los dermatólogos y dermatólogas disponemos de un conjunto de terapias antiandrogénicas que consiguen mantener el pelo en la cabeza, o lo fortalece y regenera antes de que llegue a perderse”, destaca López Bran, profesor de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid.
“Hablamos de fármacos como el minoxidil, el finasteride y el dutasteride; de tratamientos físicos como el rayo láser o la mesoterapia; y de técnicas emergentes que favorecen la vascularización del folículo piloso, ya sea con plasma rico en plaquetas (PRP) o fibrinas (PRF)”, apunta.
“Aunque la solución definitiva ante la aparición de la calvicie se obtiene por medio del injerto capilar: trasplante de pelo autólogo, indetectable, con técnicas no agresivas y mínimamente invasivas”, asegura el experto en microcirugía de la Clínica Imema.
“Y muy pronto -anuncia-, alcanzaremos la regeneración clínica de nuestro cabello a través de las células madre mesenquimales obtenidas de la grasa corporal. Es una opción de futuro realmente cercano muy interesante para l@s pacientes con alopecia androgenética”.
Todos estos tratamientos, y alguno más, se analizan con detalle en el artículo “Clinical and preclinical approach in AGA treatment: a review of current and new therapies in the regenerative field“, publicado en agosto de 2024 en la revista científica “Stem Cell Research & Therapy“.
Un “paper” que ha liderado el propio doctor Eduardo López Bran junto a la bióloga Lorena Pozo Pérez y la química Pilar Tornero Esteban; un equipo que sitúa el foco de la investigación poniendo negro sobre blanco todas las terapias actuales, incluyendo las más prometedoras en alopecia androgenética (AGA).
::: ¿Pero cuál es la causa fundamental de la calvicie común?
“La etiología de la AGA implica una intrincada interacción entre distintos factores genéticos y hormonales, lo que ocasiona la miniaturización de los folículos pilosos y las alteraciones en el ciclo de crecimiento del cabello, concretamente al acortamiento de la fase anágena”, explica.
“En ausencia de estos dos factores no es posible que se desarrolle este problema dermatológico, la calvicie común”, subraya el galeno lucense.
El ciclo del cabello incluye tres fases: crecimiento del cabello (anágena), regresión (catágena) y reposo relativo (telógena).
La etiología hormonal de la alopecia androgenética está causada por la DHT (dihidrotestosterona), un andrógeno derivado de la testosterona por acción de la enzima 5-alfa reductasa.
Esta hormona tiene una mayor afinidad por los receptores androgénicos (RA) de los folículos pilosos.
Cuando la testosterona llega por la sangre y encuentra esta enzima (proteínas que producen cambios químicos), se une a ella y forma 5-alfa dihidrotestosterona, que es la responsable final de la caída del pelo.
Este proceso conllevará la pérdida sistemática de los folículos que están predispuestos genéticamente para sufrir el proceso de la alopecia androgenética o calvicie común.
De hecho, los individuos con AGA tienen un gen AR sobreexpresado. Esta situación conduce a la miniaturización del folículo tras la expresión de los genes de senescencia.
Además, se sabe que varios polimorfismos de los receptores androgenéticos están relacionados con una mayor probabilidad de padecer AGA. Este AR está localizado en el cromosoma X, por lo que muestra una herencia ligada al cromosoma X.
::: ¿Y esta hormona afecta por igual a hombres y mujeres?
Aunque es bien sabido que la etiología de la AGA masculina está causada por la acción de la dihidrotestosterona, la AGA femenina está relacionada con una amplia gama de factores desencadenantes, de ahí las diferencias clínicas observadas entre ambos sexos.
Por ejemplo, las mujeres presentan un patrón de caída del cabello difuso, mientras que todos los hombres mantienen su densidad capilar en las zonas occipitales.
Muchos de los casos femeninos de AGA se relacionan con pacientes que sufren hirsutismo (crecimiento de vello grueso y oscuro en zonas típicas del varón) y con el periodo de la menopausia.
Los estrógenos ejercen un impacto protector probablemente debido a su capacidad para participar en el metabolismo de los andrógenos en las células de la papila dérmica (CPD).
::: Doctor López Bran, ¿Cómo se apodera AGA de nuestra imagen personal?
En los pacientes con alopecia androgenética se observa un acortamiento de la fase anágena, de modo que la fase telógena se instala progresivamente en los ciclos del folículo piloso: el pelo grueso, fuerte y pigmentado va siendo sustituido por pelo cada vez más fino.
Finalmente, la fase anágena se acorta tantísimo que el pelo no llega a ser lo bastante largo para alcanzar la superficie de la piel; prácticamente será un pelo invisible.
Pero estos factores no bastan para ocasionar una pérdida remarcada de pelo. Existen otros desencadenantes que pueden empeorar la situación.
El estrés, la ansiedad, la depresión, las alteraciones endocrinas, metabólicas o digestivas, pueden poner en marcha la alopecia androgénica latente, potenciando su desarrollo. En las mujeres también influye el descontrol del nivel de hierro en su organismo.