España, 24 de enero de 2025 ::: El cáncer de cuello uterino, causado principalmente por el virus del papiloma humano
(VPH), afecta especialmente a mujeres entre 35 y 50 años. La vacunación contra el VPH, las pruebas periódicas y nuevos tratamientos como la inmunoterapia han reducido su incidencia y mejorado la supervivencia.
El cáncer de cuello uterino o de cérvix se produce en las células de la parte inferior del cuello del útero, donde conecta con la vagina. Es uno de los cánceres más frecuentes del aparato genital femenino.
EFEsalud ha entrevistado a la doctora Luisa Sánchez Lorenzo, coordinadora del Área Cáncer Ginecológico de la Clínica de la Universidad de Navarra, en el marco de la Semana de prevención del Cáncer de Cuello Uterino.
::: Causas: Virus del papiloma humano
Se sabe que la principal causa de este tipo de cáncer es el virus del papiloma humano o VPH, una enfermedad de transmisión sexual. Gracias a la prevención mediante citología cervicovaginal o test de Papanicolau, la muerte por este tipo de cáncer ha disminuido drásticamente en los últimos 50 años.
::: Síntomas
Sangrado anómalo vaginal: Este síntoma puede estar relacionado con lesiones en el cuello uterino, donde se origina el cáncer. Aunque no siempre indica la presencia de un tumor maligno.
Flujo vaginal anormal: si es sanguinolento, con mal olor o de consistencia diferente a lo habitual, puede ser otro signo de alerta. Este flujo puede deberse a la descomposición de tejidos afectados por el tumor o a infecciones secundarias en la zona.
Sangrado intermenstrual o posmenopáusico: puede ser indicativo de alteraciones en el cérvix. Este tipo de hemorragia es especialmente relevante en mujeres posmenopáusicas.
Dolor pélvico: En etapas avanzadas, el cáncer de cérvix puede causar dolor en la zona pélvica, que puede presentarse de forma constante o durante las relaciones sexuales (dispareunia). Este dolor suele ser un reflejo de la invasión tumoral a estructuras cercanas.
La doctora de la Clínica de la Universidad de Navarra señala que otro síntoma es quedarse con la sensación de no hacer una deposición completa al ir al baño o sentir como si quedara la vejiga llena a pesar de haber orinado.
“También se puede dar cuando se tiene dolor durante las relaciones sexuales, porque si un tumor es grande, afecta a los nervios de la de la vagina y eso duele mucho”, añade Luisa Sánchez Lorenzo.
::: Factores de riesgo
Varias parejas sexuales: a mayor que sea el número por alguna de las dos partes, mayor será la probabilidad de adquirir la infección por HPV.
Actividad sexual precoz (menos de 18 años): las células inmaduras parecen ser más susceptibles a los cambios precancerosos que puede provocar el VPH. Sistema inmune deficitario: típico de personas trasplantadas o que padecen VIH u otras circunstancias.
El tabaco: aunque el mecanismo exacto no es bien conocido, sobre todo cuando se asocia a la infección por VPH.
::: Claves para prevenirlo
La vacunación contra el VPH es una forma segura y eficaz de ayudar a prevenir el cáncer de cuello uterino.
También la doctora recomienda realizar exámenes de detección de manera periódica a través de la prueba del VPH y la citología cervical, cervicovaginal o vaginal. Para que estos exámenes de detección sean eficaces, es importante que se hagan a tiempo y se lleve a cabo el seguimiento de los resultados anormales.
El uso de condones o preservativos ayuda también a prevenir algunas ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual), en este caso el VPH. Sin embargo no previene la transmisión por completo, pues la exposición al virus del papiloma humano todavía ocurre en las zonas que el preservativo no cubre.
::: ¿Cómo afecta a la fertilidad?
El cáncer de cuello uterino es un tumor propio de las edades medias de la vida y la mayoría de los casos se diagnostica entre los 35-50 años. Más del 25 % de las mujeres que lo presentan tienen menos de 40 años.
Esto, unido a que la edad de la maternidad cada vez es mayor, por encima de los 30 años e incluso cerca de los 40, supone un número no despreciable de mujeres que presenten un cáncer de cuello uterino, quienes todavía querrán tener un hijo.
La cirujía que se suele aplicar en estos casos es la conización quirúrgica, que consiste en extraer una parte del cuello uterino. Sin embargo, cuando se extrae un fragmento superior a dos centímetros, aumenta el riesgo de aborto o de tener un embarazo de alto riesgo.
::: Tratamientos
Además de la conización quirúrgica y la prevención mediante vacuna, uno de los tratamientos más innovadores es la inmunoterapia. Esta tiene beneficios en pacientes de alto riesgo pues algunos estudios recientes reflejan cómo han incrementado la supervivencia de estos cuando se realiza junto a la radioterapia.