Existe una enfermedad crónica que se desarrolla en mujeres en edad reproductiva, especialmente entre los 25 y 35 años de edad. Su nombre es endometriosis y se caracteriza por el crecimiento del tejido que recubre la cavidad del útero (endometrio) fuera del mismo, situándose en ovarios, útero, intestino o vejiga, señaló el doctor Leopoldo Vázquez Estrada, biólogo de la reproducción humana.
Muchas de las mujeres que padecen dicho trastorno se ven afectadas por un intenso dolor que repercute en su vida profesional y personal, ya que según datos de la Sociedad Mundial de Endometriosis, presentan reducción de su productividad laboral en un 38 por ciento, en comparación con quienes no la padecen.
Dicha asociación señala que en nuestro país una de cada diez mujeres en edad reproductiva podría padecer los efectos de la enfermedad y a nivel mundial cerca de 176 millones de féminas entre quince y 49 años la presentan.
Hay tres clases de endometriosis, la más frecuente se denomina peritoneal y se caracteriza por la presencia de lesiones superficiales leves; en la ovárica aparecen quistes o endometriomas, como su nombre lo indica, en los ovarios y la tercera es conocida como endometriosis infiltrativa profunda, esta invade órganos como útero, recto, uréteres o intestino y puede comprometer seriamente su función.
ALERTA CON LOS SÍNTOMAS
En el marco del Día Internacional de la Endometriosis, Vázquez Estrada comentó que la mayoría de las personas desconocen lo que es la mencionada enfermedad y creen que los síntomas son una situación ‘normal’ propia del género.
Las mujeres que la padecen pueden presentar molestias antes y durante la menstruación, cólicos, dispareunia, que es la presencia de malestar durante las relaciones sexuales; dolor pélvico intenso frecuente e incluso infertilidad.
Otros síntomas importantes pueden ser: movimientos intestinales dolorosos, molestias en la espalda baja, fatiga crónica y sangrado menstrual abundante.
En México se calcula que alrededor de tres millones de féminas sufren dicha enfermedad y una de cada cuatro sufre dolor todo el tiempo durante su ciclo menstrual.
Por ello, el médico exhortó a la población femenina a asistir con un médico especialista en caso de detectar alguno de los síntomas mencionados, ya sea para descartar o diagnosticar a tiempo y establecer el tratamiento más adecuado para el control efectivo y seguro de la endometriosis.
FACTORES DE RIESGO
Entre los elementos que incrementan las posibilidades de desarrollar el padecimiento se encuentran: flujo menstrual cuantioso, casos de endometriosis en la familia e inicio de la menstruación a edad temprana.
DETÉCTELO A TIEMPO
Para establecer un diagnóstico seguro es importante realizar un procedimiento quirúrgico llamado laparoscopía, esta consiste en introducir un tubo delgado con una cámara, vía abdominal, lo cual permitirá que el cirujano inspeccione los órganos de la pelvis y tome pequeñas muestras de tejido para ser analizadas.
Otras opciones son los estudios de imagen, como ultrasonido y resonancia magnética o llevar a cabo un examen físico.
ALGUNAS OPCIONES PARA TARATARLA
La finalidad de los tratamientos de la endometriosis son: aliviar el dolor, retrasarla, mejorar la fertilidad y prevenir que el padecimiento regrese después de una medicación exitosa.
Algunas alternativas incluyen pastillas anticonceptivas, analgésicos, progestinas, entre otras, no obstante, la mayoría de las veces no cubren las necesidades o sólo son seguras y efectivas durante un lapso de tiempo.
Puede también realizarse una cirugía laparoscópica para quitar las lesiones, sin embargo pueden reaparecer.
Actualmente se lanzó una terapia específica que contiene dienogest, una progestina única en su tipo, esta ofrece un tratamiento efectivo a largo plazo para el alivio del dolor y la reducción de las lesiones endometriales.
La función del dienogest es suprimir moderadamente la producción de estrógeno en el organismo, para reducir el crecimiento del tejido endometrial y evitar efectos secundarios que provocan otros tratamientos como son: resequedad vaginal, pérdida de densidad mineral ósea, bochornos e impacto negativo en niveles de lípidos.